Para poder adaptarse a los cambios y desafíos que genera el mercado en pleno siglo XXI las empresas implementan diferentes estrategias. La finalidad de todas las compañías es poder liderar en ventas e interpretar los gustos y necesidades de la población.
Pero para poder triunfar en el mundo de los negocios es necesario que las compañías tengan una estructura delimitada para su correcto funcionamiento, con una conducción clara. Todas las empresas necesitan contar con un líder que ordene, ejecute y resuelva los distintos emergentes que pueden aparecer en la vida cotidiana de una empresa.
¿Qué es un líder y cuáles son sus cualidades?
Un líder es una persona que dirige un grupo, cumpliendo el rol de organizador o coordinador dentro de una compañía. Trabaja a partir del arte de la persuasión, no de la orden. Los líderes se caracterizan por ser personas carismáticas, con capacidades para armar equipos y construir escenarios.
En la actualidad hay cursos de liderazgo empresarial que permiten desarrollar estas herramientas. Los líderes son fuente de inspiración para sus compañeros. Predican con el ejemplo, y no imponen. Se caracterizan por ser personas analíticas, con mucha capacidad de observación. A su vez, una de sus grandes fortalezas es la escucha. Un líder primero debe oír las opiniones de sus empleados antes de hablar. Poder preguntar, escuchar y retomar aportes del equipo a la hora de elaborar líneas de trabajo en concreto contribuye a sentirse valorado, encontrar soluciones y desarrollar la confianza colectiva.
Un líder es una persona comprometida con su trabajo, que se involucra al 100% en busca de mejorar el funcionamiento de su equipo. A su vez, es un actor que delega tareas con una doble finalidad: por un lado, para motivar nuevos desafíos que generen el crecimiento de su personal; y por otra parte, para brindar poder y libertad en la acción. Sin embargo, delegar responsabilidades no implica que el líder se desligue de la tarea. Por el contrario, supervisa, ayuda y es una fuente de consulta constante cuando se lo necesita.
Los mejores cursos de liderazgo empresarial son aquellos que nos proponen desarrollar herramientas teórico-prácticas. Entender la centralidad que tienen los líderes para el progreso de una empresa permite leer mejor las transformaciones socioculturales actuales que estamos atravesando y pensar las mejores estrategias para poder abordarlo.
La importancia de la comunicación y la oratoria
La comunicación es central en todo proceso de desarrollo. Un líder necesita tener claridad no solo a la hora de planificar la estrategia, sino también en el momento de transmitirla. Por ello, la forma de expresarse se vuelve central. La comunicación no es solo la verbal, sino que también nuestros gestos hablan, y mucho. No solo importa lo que decimos, sino también cómo lo hacemos.
Tener esto presente permite capacitarnos para estar a la altura de los diferentes desafíos. Poseer un buen manejo de nuestros movimientos corporales es muy importante, porque en muchas situaciones refuerzan sentimientos y sensaciones que son necesarias transmitir a nuestro equipo. Es crucial que aquello que digamos de manera verbal no se contradiga con nuestras expresiones corporales.
En este marco, es muy importante que el líder sea empático, que pueda ponerse en el lugar de los otros. Esta cualidad permite desarrollar la sensibilidad y agudizar la capacidad de observación sobre el personal, identificando los momentos en los cuáles es necesario dar charlas y consejos motivacionales, y aquellos en los cuales es necesario ajustar desde una perspectiva metodológica.
La innovación, la clave del desarrollo
Los programas de capacitación e innovación brindan herramientas a las compañías para crear nuevas ideas o transformar algunas existentes para que sean más efectivas. La innovación ayuda a las empresas a mejorar sus funcionamientos y adaptarse a la transformación que nos impone el auge y desarrollo del ecosistema digital en pleno siglo XXI.
Entender las nuevas lógicas del mercado es crucial para poder crecer e instalar nuestra marca en los gustos y necesidades de los consumidores. Los programas de capacitación e innovación permiten el crecimiento de diferentes negocios, favoreciendo de esta manera a clientes, empleados y accionistas. Las transformaciones tecnológicas demandan estar a la vanguardia de los cambios, actualizándonos y siendo receptivos ante el nuevo escenario.
Comunicación interna y planificación estratégica
Como vimos, para que una empresa alcance el éxito en el mercado es necesario que cuente con un líder carismático, que sea honesto, comprometido, que inspire confianza, honestidad, que promueva el trabajo en equipo y sea una fuente de inspiración para sus empleados. Un líder con capacidad de gestión que observe, analizase y resuelva las diferentes problemáticas.
En base a ello, el líder debe tener claro el mapa de comunicación interna y externa de la empresa. Cuando hablamos de comunicación interna hacemos referencia a los canales de comunicación oficiales que tiene la institución: más allá de fomentar la interacción interpersonal, la compañía debe tener canales de comunicación propios (mail, carteleras físicas u otros mecanismos) donde se transmitan todas las novedades necesarias al personal.
Asimismo, es clave la comunicación externa de la compañía, la cual hace referencia a cómo se vincula la empresa con la sociedad. Qué comunicamos, cómo lo hacemos y con qué estrategias. En la era de las redes sociales, estas definiciones son cruciales porque hacen a la integralidad de la marca.
En la actualidad las nuevas plataformas digitales permiten innovar en las formas de vincularnos con nuestros consumidores. En la comunicación contemporánea priman los productos audiovisuales: videos cortos de 1 minuto mostrando nuestros productos o servicios, flayers e imágenes con contenido de la marca, sorteos y encuestas interactivas con nuestros usuarios; entre otras estrategias.
Todo hace crecer nuestra empresa en el mercado, y debe estar planificado de manera estratégica. Diagnóstico de situación, objetivos medibles y analizables, división de tareas y responsabilidades son claves en este proceso, y cualidades que diferencian a las personas líderes en sus empresas y en el mercado. Perfeccionar, inventar, ser creativos, apostar a lo nuevo y formarnos en los programas de capacitación e innovación. Estas son algunas de las tareas que nos abre este momento histórico. El momento es ahora. No perdamos tiempo.
