La eliminación de las barreras burocráticas

PAUL MONTJOY FORTI 
Abogado. Miembro del área de Derecho Administrativo García Sayán Abogados. 

No es un secreto que el crecimiento económico del Perú se ha ralentizado debido a las constantes crisis políticas que hemos tenido en los últimos gobiernos. Pero también debido a una serie de trabas y requisitos que en el pasado se impuso a los sectores productivos, creando barreras burocráticas que perjudicaron, por ejemplo, a la industria. Se crearon una serie de pagos mal regulados, como la mal denominada ‘Tarifa de Monitoreo y Gestión de Aguas Subterráneas’ que le permite cobros millonarios a Sedapal, empresa cuya eficiencia es cuestionada.

El marco constitucional peruano prevé que, por el principio de subsidiariedad, sean los privados quienes gocen de un amplio espacio de libertad para realizar sus actividades económicas. El Estado debe intervenir en la economía para promover esa libertad y brindar las herramientas suficientes para que todos los ciudadanos tengamos las mismas oportunidades de desarrollarnos, además de garantizar derechos fundamentales. Una mala intervención del Estado mediante la sobrerregulación o mediante empresas públicas que no son de interés nacional (como camales, enlatadoras, veterinarias municipales) perjudica la economía porque le resta al privado ese espacio de libertad necesario para desarrollar sus actividades económicas.

Una barrera burocrática contenida en una mala regulación estatal perjudica en el ámbito empresarial al derecho de libertad de empresa. Una persona que quiere abrir una empresa y los excesivos papeleos generan un sobrecosto que lo perjudica, o una empresa existente que por cumplir con la barrera burocrática innecesaria debe gastar más y, por lo tanto, distribuye menos utilidades para sus trabajadores.

En el ámbito personal afecta el derecho al debido procedimiento administrativo. Un hombre que para presentar una solicitud debe gastar en imprimir documentos a los que la administración pública ya tiene acceso. Barreras burocráticas en el Perú hay miles: En el 2017, las entidades eliminaron 5,640 barreras de forma voluntaria (Indecopi, 2018). En el primer trimestre de 2018, la eliminación de estas barreras generó un estimado de 100 millones de soles a favor de los ciudadanos. Mientras que en los primeros seis meses del 2019 se generó a los ciudadanos un ahorro de 127 millones de soles (Gestión, 2019).

La eliminación de barreras burocráticas podría ayudar a reactivar la economía desde la misma iniciativa privada. Si bien es cierto que se seguirá necesitando inversión del Gobierno en infraestructura, educación, salud y se requerirá que este mismo destrabe y licite proyectos de inversión, la eliminación de barreras burocráticas podría reducir los costes de inversión y mantenimiento de las empresas en el mercado.

Eliminar los sobrecostos nos beneficia a todos: a los empresarios que ahorran y cuentan con caja para invertir más, a los ciudadanos que nos beneficiamos con los puestos de trabajo y la simplificación de los trámites, y el Estado porque se vuelve más ágil y eficiente. El Gobierno debe ponerse a trabajar para agilizar los sectores productivos.

Eliminar barreras burocráticas directamente relacionadas con los sectores productivos es una forma inteligente de reactivar la economía. Permitiría el ahorro de dinero y tiempo de las empresas y esto, naturalmente, permitiría volver a generar los puestos de trabajo perdidos, una mayor inversión en tecnología y reducción de precios en beneficio de los consumidores. El Gobierno debería impulsar mesas de trabajo con los sectores productivos del país, a fin de promover la desregulación de barreras innecesarias que generan sobrecostos a la industria y al comercio. Incluso se podría prever que parte de ese ahorro repercuta directamente en beneficio de los trabajadores.

Así como debería eliminar las barreras que existen para la creación de nuevas empresas. En el Perú, si es que se hace un trabajo de relojero suizo, un empresario demora no menos de un mes en crear una empresa y esté en condiciones legales para operar. En Estados Unidos, 6 días. En Francia, 4. En Canadá, 2. En Chile, 6. En Colombia, 11. En Uruguay, 7. Mientras que en la socialista Venezuela, un empresario se demora 230 días en crear una empresa.

Eliminar barreras burocráticas facilita la lucha contra la informalidad porque reduce los costos de la formalidad. Debemos incentivar inversionistas, sobre todo a los pequeños y medianos emprendedores que son los más perjudicados con los sobrecostos y eternos papeleos. En el Perú muchos se desincentivan a invertir porque hacer empresa aquí implica realizar trámites estatales lentos, innecesarios y costosos. Mientras que mantener una empresa en el mercado significa pagar constantemente barreras burocráticas que no deberían existir. Esto tiene que cambiar.

Fuente: Jurídica (El Peruano)

Written by Miguel Ampudia Belling

Abogado por la UNMSM. Maestrando en Gerencia Pública por la Escuela de Posgrado - Universidad Continental. Miembro fundador del Grupo de Estudios de Derecho Mineroenergético – GEDEM. Director de Peruweek.pe.
(Contacto: +51 980326610 | peruweek@peruweek.pe)

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