Rafael Torres Morales
Abogado. Socio principal del Estudio Torres y Torres Lara & asociados abogados. Director de Capechi.
Hace algunos pocos meses recibí, en mi calidad de director de la Cámara de Comercio Peruano China ( Capechi), una invitación de la Embajada de China a fin de participar en un programa de capacitación en la Escuela de Negocios de Shanghái, cuya temática estaba enfocada en el desarrollo y e fomento de las pymes en este país asiático.
Dado el rico contenido del programa, así como la oportunidad de conocer a representantes de diversos países latinoamericanos que también participarían como invitados en esta capacitación, es que aceptamos asistir con el mayor de los gustos. Es así que durante las casi cuatro semanas de duración de la capacitación (que estuvo conformada por charlas llevadas a cabo por profesores y empresarios de diversos sectores, así como complementada con una serie de visitas a empresas de distintos tamaños y actividades) es que pudimos advertir una serie de aspectos relevantes que nos gustaría en este punto compartir:
◗ Nuevo enfoque empresarial:
A diferencia del Perú y otros países de la región que continúan tratando de dejar de ser meramente extractivos de recursos primarios, para pasar a generar valor agregado a los productos que exportan en el mercado internacional.
China prácticamente se encuentra dos olas más delante y se enfoca hoy en día en la promoción y fomento de actividades empresariales no soportadas en el hardware (en activos físicos) sino, particularmente, en el desarrollo de servicios soportados en la tecnología (en la nube); prueba de ello es el increíble avance en las transacciones comerciales que millones de chinos realizan en su día a día, dejando de lado no solo la moneda física, sino incluso las propias tarjetas de crédito, efectuándose ahora cualquiera de estas transacciones mediante monederos virtuales cargados en programas tipo wechat.
En tal sentido, todo su esquema promocional y de apoyo a las pymes está enfocado en este tipo de actividad.
◗ Mejor definición de lo que es una pyme:
A diferencia de nuestro país en donde la definición de pyme está condicionada a la facturación bruta anual que tiene una empresa (150 UIT para microempresas y 1,700 UIT para pequeñas empresas); en China, la clasificación, si bien es cierto, está determinada del mismo modo (es decir, por el nivel de facturación de las empresa), ciertamente hace una clara diferenciación o aplicación de este parámetro en función del tipo de actividades empresariales que correspondan.
En efecto, como bien se sabe existen actividades empresariales que, no obstante que su nivel de facturación puede ser muy alto, el margen de utilidad es sumamente reducido (por ejemplo, actividad constructiva), mientras que en otros casos (servicios) se puede tener facturaciones relativamente bajas, pero con una alta utilidad.
De esa manera, la normativa china resulta ser superior a la nuestra al identificar de forma correcta y global la esencia de lo que representa una micro o pequeña unidad de negocio frente a otras que no lo son, aplicando correctamente políticas promocionales a los que realmente están dentro del concepto de una pyme.
◗ Fomento y desarrollo de centros o incubadoras sectorizadas:
Resulta hoy en día muy común en China el desarrollo de sistemas de colaboración empresarial para pequeños o nuevos emprendimientos por parte de centros debidamente especializados. Son una suerte de coworking de segunda generación, en donde los titulares de estas entidades (públicas o privadas) incorporan, dentro de su cartera de servicios (adicionales a la provisión de un establecimiento físico), una serie de valores agregados (servicios operativos) en materia financiera, legal, marketing, contable, tecnológico y de negocios. Mediante este novedoso modelo, desde el sector público y, particularmente, del privado, se viene contribuyendo de manera acertada con un adecuado programa de desarrollo y fomento a favor de las pequeñas organizaciones empresariales.
Ojalá países como el nuestro recojan e incorporen alguna de estas prácticas novedosas de países como China, que en solo tres décadas ha pasado de ser uno de los países más pobres del mundo a prácticamente la principal potencial económica a nivel global.
Un gran ejemplo.
Fuente: Jurídica (El Peruano)