Por Edgardo Frías, Country director de Google Perú
El año 2020 será recordado como un año en que las personas y las comunidades de todo el mundo fueron obligadas a tomarse un alto para enfrentarse a una serie de desafíos únicos. En este contexto, desde Google hemos identificado una serie de países con economías en vías de desarrollo que, con la consolidación de un crecimiento en términos de digitalización, tienen un importante potencial de fortalecimiento económico.
Perú es uno de estos países identificados por Google, pues este año ha mostrado tener una capacidad de aprovechar la digitalización en pro del desarrollo y tiene una gran oportunidad para sentar las bases que generen impactos positivos. Es por eso que este momento desafiante puede ser el adecuado para que el Perú persiga una ambiciosa agenda de transformación digital.
Y cuando nos referimos a la transformación digital no nos limitamos únicamente al acceso a Internet, si no a todas a todas las formas inimaginables a través de las cuales las tecnologías combinadas con el capital humano, pueden ser un asombroso impulsor de progreso. Y esta crisis actual, refuerza el potencial de las tecnologías digitales para ayudar a las personas en la sociedad desde todos los ámbitos.
A nivel mundial, se ha registrado un gran aumento en el enfoque de las políticas sobre la transformación digital de la economía, la sociedad y el gobierno. Esto ha llevado a una adopción significativa de la penetración de Internet. En el Perú, desde el 2010 hasta el 2018, logró conectar al 18% de su población que antes no tenía acceso a internet.
Ya para el primer trimestre del 2020, un 60.3% de la población de 6 y más años accedió a Internet, lo que representó un aumento interanual de 6.3 puntos porcentuales (INEI). Y en la primera semana del inicio de las medidas restrictivas por la pandemia, el tráfico de datos en el servicio de internet fijo se incrementó entre 30% y 60%, debido a las soluciones de trabajo y educación a distancia; mientras que el consumo de los datos móviles aumentó de 9% a 21% (Osiptel).
Si bien el país ha crecido significativamente en su conectividad, se requiere más que proporcionar acceso a Internet para aprovechar al máximo las tecnologías digitales para el desarrollo económico. Según el último estudio desarrollado por Alphabeta, el rápido crecimiento de la penetración de Internet no se ha traducido en un ritmo más rápido de crecimiento económico: desde el 2013 la población de Internet de Perú ha crecido 7.6% anual, pero el PBI real solo ha aumentado 3.2% anual.
No obstante, según el mismo estudio, aún hay grandes oportunidades para que el crecimiento económico alcance cifras similares, lo que significa que puedan activarse gestiones desde lo público para enfrentar los retos en conectividad, pero también en materia de educación para la economía digital y generación de talento, inclusión, aprovechamiento del espectro, uso de datos abiertos, aprovechamiento de la inteligencia artificial y la computación en la nube, e incentivos al emprendimiento.
Entonces, ¿cuál es el mejor camino a seguir? Frente a este escenario, continuar con el impulso a lo digital se convierte en una herramienta esencial para el desarrollo económico del Perú. El estudio de Alphabeta permite también entender el impacto positivo que tendría el impulso a la digitalización en la economía peruana. Por ejemplo, la aplicación de una política pública de digitalización en el país podría significar un impacto económico de US$76,000 millones (22% del PBI) para el 2030 y los sectores más beneficiados serían el sector minería y petróleo, construcción e infraestructura, y agricultura.
Pero, para alcanzar esta meta es necesario trazar una hoja de ruta que reconozca los principales retos en el desarrollo digital y es necesario un trabajo conjunto entre los gobiernos y el sector privado, que permita el desarrollo de políticas públicas en pro de la conectividad y de mejorar la relación entre los ciudadanos, las empresas y el Estado
En este sentido, el análisis de Alphabeta fija que el país debe enfocarse en cuatro ejes de trabajo para consolidar el aporte de la digitalización a la economía: 1) El capital físico, por el cual se entiende la necesidad de fortalecer la infraestructura digital y la conectividad; 2) El capital humano, en donde se trace un enfoque integral para la capacitación en habilidades digitales; 3) La tecnología, como el aprovechamiento de recursos como la inteligencia artificial y el almacenamiento; y 4) La competitividad, en donde se promueven mercados competitivos y abiertos que permitan la llegada de nuevos y mejores actores.
El Perú se enfrenta hoy a un momento decisivo y tiene la oportunidad de transformarse y emerger como un actor económico más fuerte. Frente a los procesos de reactivación económica, las empresas de todos los tamaños han dado ese gran salto para adoptar la digitalización como foco central de su trabajo y los gobiernos deben de seguir impulsando ese proceso, en donde el ciudadano debe ser el centro de desarrollo de la tecnología.
Fuente: Gestión