Frente a la situación económica que vivimos por la pandemia, y a manera de prevenir escenarios de riesgo, la Superintendencia de Banca y Seguros (SBS) ha pedido a las entidades financieras un plan de situación de estrés. Por un lado se debe a la salida de dinero de la CTS y depósitos a plazo, y por otro lado porque en muchos casos no hay repagos de créditos.
El exjefe de la SBS, Juan José Marthans, explicó que esta herramienta no es ninguna novedad ni en Perú ni en el resto del mundo, y no es primera vez que el ente regulador está pidiendo un plan de estrés para efectos de evaluar cuál sería el impacto de un entorno adverso sobre el desempeño de las principales cuentas de las entidades bancarias en el Perú.
“Es importante generar una sensibilidad para tener una idea ante un escenario adverso en el plano político, económico, social, y cuál sería el impacto sobre el desempeño de liquidez, solvencia, estructura patrimonial, estabilidad bancaria que se suscitaría”, refirió el también director de Economía del PAD Escuela de Dirección de la UDEP.
Por su parte, Darío Bregante, gerente de Regulación Financiera y FinTech de EY Law, describió al plan de situación de estrés como una herramienta de supervisión. Indicó que la SBS por mandato constitucional tiene el deber de velar por la solidez y estabilidad del sistema financiero. “En ese marco, los planes de situación de estrés permiten a la SBS obtener cierta información a partir de un escenario simulado en el cual, como su nombre indica, estresan la situación de la empresa para ver cómo puede reaccionar”, señaló.
Añadió que en este caso se entiende que la preocupación viene por el escenario complejo de la pandemia, en la que se ve un deterioro en el pago de las carteras y, por ende, de los préstamos otorgados, y también porque el Congreso busca dar la facilidad de retirar la CTS. En ese escenario de shock, deben prever qué tan preparados están para estas situaciones.
Marthans precisó que Europa y Estados Unidos lo han aplicado de manera reiterada, en contextos como la crisis financiera del 2009, y el COVID del 2020. “Es más, la FED ha reiterado la necesidad de realizar estrés en los principales bancos estadounidenses, y el Banco Central de Europa lo ha hecho de manera reiterada en los últimos 10 años”.
Sin embargo, resaltó que las pruebas de estrés deben ser consistentes. El BCR y la SBS al interior de sus propias entidades deben también prever cómo reaccionarían en una situación no deseada y cómo coordinarían políticas con el MEF y el gobierno de turno para adelantarse a los problemas. “El éxito en el campo de la supervisión bancaria está definido por una sola característica: cómo se adelantan a los problemas y se evitan los mismos”.
Para el extitular de la SBS, hay que tomar este anuncio con beneplácito, sobre todo porque estas entidades bancarias trabajan con dinero del público, por lo tanto estas políticas son naturales para resguardar los derechos y recursos del gran público.
En tanto, Bregante de EY Law, subrayó que es posible como resultado de la información que se obtenga de estos planes de situación de estrés, que algunas empresas tengan que realizar algunos ajustes para evitar problemas en un futuro cercano, como un fortalecimiento por requerimientos de capital, o tener a disposición fuentes para poder atender los retiros, e ir sincerando la calidad de sus activos.
“La SBS la viene usando ya hace un par de años, y trata de hacerlo con periodicidad anual. La particularidad ahora es que posiblemente muchas personas retiren su CTS apenas se libere. Creo que es una medida no solo necesaria sino prudente”, expresó el experto financiero.
COMPROMISO
Asimismo, Marthans elevó un pedido de compromiso a los dos candidatos a la presidencia para que aclaren qué pretenden hacer con entidades tan relevantes como el BCR y la SBS. En los próximos meses, estas entidades tendrán nueva administración, y tienen que ser muy claros con la seriedad con la que se va a conducir el frente financiero y bancario.
“Va a ser importante que renueven los ejercicios orientados a fortalecer su autonomía e independencia frente al poder político”, puntualizó.
Fuente: El Comercio