La cabeza del Poder Judicial pide al Congreso que no demore la aprobación de los urgentes proyectos de reforma. Le preguntamos qué hacen las cortes por mejorar mientras las leyes aguardan.
En pocos meses hemos tenido tres presidentes del Poder Judicial (PJ). José Luis Lecaros nos dice lo mucho que debe hacer y lo poco a lo que se puede comprometer en el breve mandato que empieza con un empujón reformista.
—No conozco actor de la justicia satisfecho con la Junta Nacional de Justicia (JNJ), ¿usted lo está?
En realidad, la ley que ha creado la JNJ es el comienzo de una reforma, podemos perfeccionarla en el camino. Hay algunos reparos que le haría. La ratificación [cada 7 años] es una espada de Damocles que pende sobre los jueces y afecta la independencia.
—Ya se completó la comisión de la que usted es integrante y que elegirá a los miembros de la JNJ.
Hemos acordado que en la forma de elegir a los miembros de la JNJ no prime tanto el conocimiento, sino la idoneidad. Incluso se ha dicho que hasta podría quedar desierta si no se cumplen los requisitos.
— Dijo una vez que Chávarry no tuvo conversaciones irregulares.
Han salido otros hechos como el deslacrado de sus oficinas. El panorama ha cambiado. Prefiero a estas alturas no hacer ningún juicio de valor ni positivo ni negativo, porque ya está en manos del Congreso.
—Hay varios proyectos del Ejecutivo y del PJ en el Congreso. ¿Cuál es el más importante y consensuado?
El que crea la Comisión para la Reforma del Sistema de Justicia, que la presidirá el presidente de la República. Ya antes se intentó con el Ceriajus y el Acuerdo Nacional por la Justicia, que fracasaron por falta de voluntad política y por razones presupuestales. Pero si está el presidente, no creo que el MEF le diga: “No hay plata”.
—¿Le hace alguna atingencia a esa ley que crea la comisión?
Estamos totalmente de acuerdo. No entiendo por qué el Congreso no la aprueba rápidamente. En lo que estamos en desacuerdo es en la autoridad de integridad. Va contra la autonomía y quien investiga tiene que conocer el PJ. Quien no ha sido juez no sabe cómo es el trabajo de un juez.
—Pero una mirada ajena puede introducir buenos criterios al PJ.
En la OCMA existe lo que se llaman representantes de la sociedad civil.
—¿Funciona eso, acaso?
He estado en el consejo ejecutivo cuatro años y llegan apelaciones interpuestas por miembros de la sociedad civil. El problema es la movilidad de los jueces de control interno, están dos o tres años y vuelven a ser jueces jurisdiccionales; o sea, hoy día te controlo, mañana me controlas.
—¿Cuál es su propuesta conciliatoria con el Ejecutivo?
Que se nombren jueces contralores, especializados en eso.
—Hablemos de transparencia. Sueño con una base de datos que con pocos clics permita leer los expedientes de cualquiera.
Yo sueño con lo mismo. Estamos implementando el expediente judicial electrónico que va a permitir absoluta transparencia. Cero papel, todo va a estar en red. Habrá datos a los que no se podrá acceder, como nombres de menores, pero el resto tiene que estar al alcance de todos. Mejor que la OCMA es la transparencia.
—Es el colmo que nos enteremos a destiempo de que alcaldes y congresistas tenían sentencias.
El expediente judicial ya está en marcha en 67 órganos. Calculo que en cuatro o cinco años estará en toda la república. Esperamos un financiamiento del Banco Mundial. En el PJ habrá un antes y un después del expediente digital.
—Sabemos que juicios de alimentos y laborales, entre otros, saturan el PJ. ¿Qué harán ante esa carga?
El problema de estas cargas excesivas es presupuestal y tenemos prohibido crear nuevos órganos jurisdiccionales. Se estudia tener jornadas extraordinarias los sábados. No se recibirá sueldo extra, pero estamos pensando iniciativas ingeniosas como puntajes, compensaciones.
—¿Y fortalecer la conciliación extrajudicial?
El asunto está en que la forma de pensar de los peruanos no es conciliatoria. La ciudadanía tiene un espíritu litigioso, todo lo lleva al Poder Judicial.
—Pero ese espíritu es alimentado por el PJ y por los abogados.
Una iniciativa es que en las universidades se les inculque a los abogados la idea de conciliar en lugar de ir al PJ.
—No lo veo convencido.
La conciliación existe. Pase por el Centro de Lima y hay cientos de conciliadores, pero la gente no acude. Habría que concientizar que más vale un mal arreglo que un buen juicio.
—Hablemos de una carga que le cae al Ejecutivo: la penitenciaria. Hay menos de 20 grilletes puestos.
El número es bajísimo. Los jueces deben optar por este sistema y ampliarlo. Hemos conversado con el ministro de Justicia sobre la posibilidad de que el Estado financie parte del costo [hoy lo paga el arrestado].
—Es una manera de responder al reclamo del ministro Carlos Morán de arresto domiciliario a políticos.
La detención es un extremo que da la ley en casos excepcionales y el TC a raíz del caso de Humala ha puesto una valla muy alta. Oí al Dr. Ernesto Blume [presidente del TC] reprochando al PJ que desacataba resoluciones vinculantes del TC, decía que el juez que no acata esto comete prevaricato.
—¿Coincide con Blume?
Bueno, el juez puede apartarse de los precedentes vinculantes, pero explicando por qué.
—¿Y si hay casos en que no lo explica, qué puede hacer la Corte Suprema?
Nada, porque no está en sus funciones, pero la OCMA puede intervenir. […] Justamente se ha derivado al doctor César San Martín un pedido de la Federación Nacional de Colegios de Abogados para que se convoque un pleno supremo penal para establecer las condiciones que debe reunir una detención de esas.
—Como para saber cuándo se es un juez ‘canero’.
[Sonríe] Realmente, el hecho de que uno detenga no lo vuelve un juez ‘canero’, sino el de detener sin razón.
—¿En su larga experiencia se ha preguntado si corría ese riesgo?
Cuando era juez instructor supremo y veía los casos de Fujimori y sus altos funcionarios, la prensa decía que era un juez ‘canero’, pero había videos que demostraban a ciencia cierta el delito.
—¿Cuál es el principal problema del PJ, falta de celeridad, corrupción o algún otro?
Creo que el presupuestario, que trae como consecuencia la sobrecarga. El 90% de las quejas no es por corrupción, sino por retrasos.
—Ese es el pliego de reclamos del PJ, está bien. ¿Pero la corrupción?
Obviamente, es un problema no solo del PJ, sino de toda la sociedad. Pero le aseguro que no está generalizado en el PJ.
—Los jueces supremos Duberlí Rodríguez y Ángel Romero, que presumo han votado por usted, están implicados en audios. ¿Tenemos que esperar que opere la JNJ?
Respecto a esos magistrados que, se dice, estaban involucrados con Los Cuellos Blancos, el Congreso archivó las denuncias. El reglamento de la Comisión de Ética [del PJ] se ha aprobado hace 15 días y ya tiene en sus manos las denuncias contra estos señores.
—Deja un mal sabor que la Corte Suprema funcione con cuestionados.
Lamentablemente, estamos cruzados de brazos porque se planteó al Congreso una iniciativa para que la sala suprema tome medidas mientras se formaba la JNJ, pero no prosperó.
—¿Quiso decir atado de manos?
Efectivamente, estamos atados de manos, porque cruzado de brazos quiere decir no hacer nada.
—¿Qué opina de que un juez se convierta en estrella? ¿Eso puede afectar sus fallos?
Todo depende desde dónde se vea. Si un juez se convierte en estrella por sus buenos fallos y porque la ciudadanía lo aplaude, en buena hora; pero si se convierte en estrella porque da sus fallos para eso, es un pésimo juez. No sé si [Concepción] Carhuancho esté en un lado o en el otro, prefiero no opinar.
—¿Alguna meta personal, en el corto mandato de dos años?
El plan estratégico de desarrollo del PJ hasta el 2030. Si queremos construir un edificio, que es la administración de justicia, no podemos hacerlo sin planos.
Fuente: El Comercio