Por: Gloria Ortega Márquez (MBA. Especialista en Recursos Humanos)
En el 2020 vivimos momentos turbulentos que dejaron sin empleo a muchos, pero también reinvención y aprendizaje. El 2021 es un año de profesionales más preparados para la nueva época. Reinsertarse a una nueva empresa en medio de la nueva normalidad es una excelente oportunidad para quienes buscan desarrollarse profesionalmente, sobre todo si optan por los sectores que han evolucionado rápidamente a raíz de la pandemia del covid-19.
Hay que trabajar la empleabilidad todos los días, pues cuando los datos de empleo son desfavorables, se debe tomar una posición de alerta. Empleabilidad es la capacidad individual, la voluntad y la actitud de, muy asertivamente, mantener actualizadas nuestras competencias, conocimientos, capacidades, destrezas, habilidades técnicas y humanas para contribuir a la consecución de los resultados de manera óptima y agregar valor cuantificable.
Búsqueda de trabajo
El conocerse a sí mismo, saber describir sus fortalezas y debilidades, aprender a contar mejores relatos, poder construir nuevas redes de contacto, posicionarse mejor en Linkedin y realizar mejores entrevistas son aspectos que ayudan a ahorrar tiempo en la búsqueda de trabajo.
Todas las personas en edad laboral alguna vez tienen que pasar por esto, conseguir trabajo. Ya sea que se esté estudiando o se haya terminado los estudios y se necesite entrar inmediatamente al mercado laboral.
La búsqueda de trabajo a veces se vuelve tediosa, es de por sí un trabajo en el que hay que invertir tiempo y energía. Asesorarse por un coach laboral con experiencia hace el camino más llevadero y permite no cometer errores que generan frustración, tristeza e inseguridad.
Encontrar empleo depende de dos grupos de factores. Factores externos que no se pueden controlar (limitaciones de la oferta laboral, situación del mercado de trabajo, posibles crisis económicas) y factores internos que sí se pueden controlar (formación, tiempo y estrategias de búsqueda de empleo).
Hoja de vida
Se debe comenzar con la redacción de la hoja de vida o curriculum vitae (cv) de alto impacto; esto es, diseñar un cv claro, que resuma quién es el individuo para el mercado laboral y a la vez que aporte la información necesaria para su valoración en la primera fase del proceso de selección. No olvidarse fechas, empresas, puestos ocupados, estudios y logros, entre otros; sobre todo aquellos que pueden aportar un valor agregado a la candidatura frente a otros postulantes. Es necesario que el cv sea capaz de mostrar a la empresa que es el candidato ideal para cubrir su necesidad.
Antes de enviar el cv, se debe realizar un análisis de las condiciones laborales que se está dispuesto a aceptar, como horario, tipo de contrato, salario, lugar de trabajo, desplazamientos, etcétera, así como el tipo de organización que le interesa, responsabilidades que está dispuesto a asumir, cultura empresarial y otros.
También se debe analizar la situación del mercado laboral. Es necesario buscar información sobre la situación económica general, estado del sector empresarial al que se dirige y los requisitos demandados por las empresas para los distintos puestos. Es importante perfilarse a cada oferta de empleo, potenciando y resaltando aquello que se posee y que mejor se ajuste al puesto. Además, es importante saber cuál es el objetivo que se quiere conseguir durante esta etapa de la carrera profesional.
A la par, es importante llevar un registro de todas las ofertas a las que se está postulando, empresas y consultoras a las que se envía el cv para realizar un seguimiento, así como de las personas de contacto, teléfonos de interés y otros datos que puedan ser importantes si se avanza en alguno de los procesos de selección.
En caso uno sea preseleccionado llamarán para una entrevista, para ello se debe estar preparado para responder a diversas preguntas que buscan evaluar habilidades duras y blandas, experiencia, conocimientos, si se calza con el perfil de la cultura organizacional y lo que se puede aportar al puesto, es decir, el valor agregado.
Hay que estar seguro de conocer a la compañía y acudir a la entrevista con un par de ideas por implementar, no improvisar en el momento. Los nervios pueden jugar una mala pasada.
Marca personal
Se debe hacer networking diariamente y trabajar la marca personal. Es necesario cuidar las redes sociales que se manejen, participar como experto, relacionarse con otros profesionales y enfocarse en el sector o nicho de mercado de interés.
Existen hobbies y voluntariados que pueden ayudar a desarrollar habilidades blandas que sirvan en el entorno laboral. Además, enfocarse en hacer algo que realmente nos gusta permitirá que este tiempo estresante de búsqueda de trabajo sea mucho más fácil.
El trabajo, aunque necesario para vivir, no deja de ser un aspecto más de la vida. No “es” un desempleado, “está” desempleado. Esta diferenciación lingüística es importante porque “estar” significa que es una situación temporal, mientras que “ser” forma parte de la persona y causa una sensación de permanencia.
A modo de colofón
Encontrarse en desempleo no significa que se deba dejar de lado la formación profesional. Por el contrario, se debe aprovechar este período para profundizar los conocimientos o descubrir temas nuevos que puedan ayudar en la recolocación. La formación es esencial para ir escalando posiciones en la línea de carrera profesional.
Existen cursos online o presenciales que ayudarán a mantener los conocimientos actualizados y la mente abierta para desarrollar nuevas ideas, además de conocer nuevas personas y ampliar la red de contactos.
Buscar recolocarse requiere tiempo y esfuerzo, es importante no bajar la guardia, ser perseverante y afrontarlo de forma optimista para garantizar posibilidades de éxito.
Fuente: El Peruano