“Solo las sentencias que son entendidas pueden cumplirse”
Entrevista. El académico y miembro del Tribunal Constitucional (TC) nos presenta hoy una nueva investigación en que revela la necesidad de institucionalizar una cultura y sentimiento constitucional a fin de avanzar en el fortalecimiento de los espacios de cumplimiento de las decisiones o sentencias, nos gusten o no.
–¿Cuál es el aporte de esta investigación al fortalecimiento de los procesos constitucionales y a la tutela del ciudadano?
–Cada vez más se va dando el fenómeno de invocar lo constitucional y a la Constitución como parámetros para actuar, ya no solo en los abogados sino casi en todas las actividades. Pero, cuánto de eso que reclamamos como constitucional lo es realmente tanto para la protección derechos como para la limitación del poder. En especial, porque los mecanismos existen, pero los problemas a los que deben enfrentarse han cambiado.
–¿A qué se refiere?
–Pues que desde la Constitución de 1979 en que aparece el habeas corpus y las acciones de amparo, hace cerca de 40 años, y luego con la publicación del Código Procesal Constitucional, ha corrido mucha agua bajo el puente. Por ejemplo, cómo defenderse ante la difusión de informaciones falsas o inexactas por Internet. Si bien se tienen los mecanismos especiales y específicos como el habeas corpus, el amparo, el habeas data, el proceso de cumplimiento, el proceso competencial o de inconstitucionalidad, se conoce realmente lo que es o a lo mucho solo se ha mencionado a quién y cuál es el plazo para presentarlo; eso ya no se discute.
–¿Estamos listos para asumir este nuevo enfoque?
–Diría que frente a ciertas situaciones ya hay respuestas no solo propias sino también del derecho comparado. Por ejemplo, se empieza a hablar del derecho al olvido y la posibilidad que tienen las personas para corregir datos inexactos o falsos sobre su persona por el Internet. Pero, entonces surge un problema, porque mientras en otros países el derecho al olvido ya es reconocido como una posibilidad de supresión del dato indebido, aquí solo puede oponerse al dato; y esto es importante, pues pedir su retiro es distinto a suprimirlo.
–¿Eso debe discutirse?
–Claro, nos corresponde discutir respecto a qué es lo que se puede hacer en estos temas. Entonces, cuánto de esto sabe el ciudadano promedio o incluso el abogado porque son temas relativamente nuevos en la formación constitucional y de interpretación constitucional. Por tanto, la intención de este libro, con rigurosidad, pero también con un lenguaje sencillo, es abordar todos estos temas; porque lo que debemos entender precisamente es que las sentencias que se pueden cumplir son aquellas que se pueden entender.
–Afirma que vivimos en un contexto de constitucionalización del Derecho. ¿Eso es positivo o puede provocar frustración ante un embalse de expectativas?
–Me parece muy positivo porque permite tener claro cuáles son las reglas de juego, y porqué la Constitución impregna con sus valores y contenidos todos los ámbitos del Derecho y de la vida social. Entonces, eso es la constitucionalización de la vida política, social y económica; y no es que los políticos o economistas deban convertirse en abogados y actuar como tal. Así, quien hace política, toma una decisión económica o contrata a alguien no puede desconocer esas reglas; y, más si van junto con otro fenómeno que es la convencionalización del derecho.
–Por lo dicho, ¿qué se exige al juez constitucional?
–Como bien se explica en el libro, estamos en una época donde la interpretación conforme a la Constitución y la resolución de conflictos en sede jurisdiccional se ha potenciado decididamente. Por eso, es importante contar con magistrados que conozcan y resuelvan en forma creativa, y conforme al derecho y a la justicia, las materias más relevantes de la sociedad. Hoy el concepto de Constitución empezó a transformarse; dejaron de ser textos de connotación esencialmente declarativa, para convertirse en verdaderos instrumentos de aplicación jurídica inmediata, con una relevancia preeminente y central en el ordenamiento jurídico, llegando incluso a modificar o condicionar la interpretación y la creación del Derecho.
El otro lado
El magistrado Espinosa-Saldaña presenta esta tarde su nuevo libro En defensa de la Constitución. Código procesal constitucional y tutela del ciudadano, en la sala de audiencias de la Facultad de Derecho de la PUCP, a las 18:30 horas.
La obra aborda los procesos constitucionales a partir de la línea jurisprudencial o de la convencionalización del Derecho; y, los medios procesales propios de la jurisdicción constitucional, entre otros temas.
Fuente: El Peruano