El Banco Mundial señaló que ve significativos riesgos de que la inflación global suba en el corto plazo ante el aumento de los precios de la energía. Según indicaron en su última «Perspectiva de Mercados de Materias Primas», los precios de la energía aumentarían lentamente en 2022, tras subir más del 80% este año.
«El aumento de los precios de la energía plantea importantes riesgos a corto plazo para la inflación mundial y, si se mantiene, también podría influir en el crecimiento de los países importadores de energía», dijo Ayhan Kose, economista jefe y director del Grupo de Perspectivas del Banco Mundial.
Pese a esto, señalan que estos precios de la energía deberían comenzar a bajar en la segunda mitad de 2022 a medida que disminuyan las restricciones de suministros. Además, también se espera que los precios no energéticos, como la agricultura y los metales, disminuyan después de fuertes ganancias este año.
«El fuerte repunte de los precios de las materias primas está resultando ser más pronunciado de lo previsto. La reciente volatilidad de los precios puede complicar las decisiones políticas a medida que los países se recuperan de la recesión mundial del año pasado», señalaron.
Solo en el 2021 algunos precios de materias primas aumentaron o superaron niveles no vistos en una década.
Por ejemplo, los precios del gas natural y el carbón alcanzaron máximos históricos en medio de las limitaciones de suministro y el repunte de la demanda de electricidad.
Aunque se espera que estas cotizaciones disminuyan en 2022, a medida que la demanda baje y la oferta mejore, en el corto plazo podrían producirse más subidas de precios debido a los bajos inventarios actuales y los persistentes cuellos de botella de la oferta.
Otros factores de riesgo incluyen eventos climáticos extremos, la recuperación desigual del COVID-19 y la amenaza de más brotes, junto con interrupciones en la cadena de suministro y políticas ambientales.
Fuente: Reuters