Por: Oscar Mere (Socio de Auditoría de EY Perú)
Cada fin de año se plantean diversos retos para las compañías en sus procesos de cierre contable. Debemos tener en cuenta que los estados financieros deben reflejar la realidad económica de una compañía en un momento determinado, como si de una fotografía se tratase.
Por lo tanto, dicha información perdería toda la relevancia si se prepara de forma incompleta y sin considerar los ajustes contables que se requieran, mucho más en un contexto de constantes cambios e incertidumbre.
Al respecto, un ajuste contable es una regularización que tiene que registrar una compañía, habitualmente al cierre de cada ejercicio, para imputar de forma correcta los ingresos, gastos, activos y pasivos a los ejercicios correspondientes.
Entre los ajustes contables que las compañías deben registrar o regularizar al cierre de cada año por aplicabilidad, necesidad o requerimiento normativo están los relacionados principalmente con provisiones por cuentas incobrables, deterioro de inventarios, depreciación y amortización de activos fijos e intangibles, apropiado devengo de determinados ingresos y gastos (por ejemplo, los seguros o los ingresos diferidos).
También figuran las provisiones por contingencias, asiento del impuesto a la renta, reclasificación de las deudas del largo plazo al corto plazo, entre otros, dependiendo de la naturaleza y/o giro del negocio.
Por otro lado, también es importante para las compañías contar con la suficiente y apropiada documentación de soporte para el registro de estos ajustes contables.
En este caso, algunos ejemplos son la evidencia de la insolvencia de algún cliente, reportes técnicos acerca de la obsolescencia de inventarios o de cambios en las vidas útiles de activos fijos, pólizas vigentes de seguros, informes de abogados sobre la probabilidad de éxito de un proceso legal, cronogramas de vencimientos de deudas, entre otros.
Si bien cada negocio tiene características particulares, el proceso de cierre contable de cada compañía debe contemplar y asegurar que los ajustes contables que sean requeridos de acuerdo con NIIF sean registrados oportunamente y por los importes adecuados, así como que se cuente con toda la información de soporte que sustente dichos ajustes.
Fuente: El Peruano