Un estudio internacional en el que ha participado la catedrática de la Universidad española de Córdoba (UCO) Carmen Galán concluye que las altas concentraciones de polen influyen en el aumento de infecciones por coronavirus COVID-19.
La UCO señaló este martes en un comunicado que, independientemente de si la persona es alérgica o no, las altas concentraciones de polen provocan una menor respuesta inmunitaria debido a una reducción de las proteínas antivirales que hacen frente a los virus.
Teniendo en cuenta esto, un grupo de 154 investigadores se preguntó cómo afectarían las concentraciones de polen a la infección provocada por el SARS-CoV-2.
La catedrática Carmen Galán y el profesor José Antonio Oteros, del departamento de Botánica Ecología y Fisiología Vegetal de la Universidad de Córdoba, trabajaron junto a miembros de la Red Española de Aerobiología (REA) en un estudio internacional coordinado por la Universidad Técnica de Múnich y el Helmholtz Zentrum Múnich (Alemania).
Este equipo trabajó con un conjunto de datos de concentración de polen en aire de 130 lugares de 31 países de los cinco continentes.
La declaración de la pandemia por COVID-19 coincidió con una ola de calor en el hemisferio norte que inició el primer gran pico estacional en las emisiones de polen de los árboles.
Para conocer el papel de estas concentraciones altas de polen en la incidencia del COVID-19 el equipo cruzó los datos de polen de esta época concreta, junto con la humedad, la temperatura, la densidad de población y los efectos del confinamiento.
Tras el análisis descubrieron que una mayor cantidad de polen en el aire estaría relacionada con los aumentos en las tasas de infección.
El polen debilita la respuesta de esas proteínas de defensa contra el virus y genera más contagios.
Según los datos, las tasas de infección aumentaron después de una exposición a concentraciones más altas de polen durante los cuatro días anteriores.
Sin confinamiento, un aumento de la concentración de polen en 100 granos de polen/m3 pareció implicar con un aumento medio de 4% de las tasas de infección.
Un mayor conocimiento del efecto de estos factores ambientales y la instalación de redes fiables de medición de bioaerosoles en tiempo real, uso de información y sistemas de predicción del polen podrían ser aliadas para hacer frente a la pandemia, según el estudio.
Fuente: EFE