El cambio de un trabajador a un puesto de inferior jerarquía, pese a mantenerse el monto de su remuneración, constituirá un acto de hostilidad, de acuerdo con el criterio aprobado por la Corte Suprema, de la Casación Laboral Nº 6961-2012-Junín.
En el expediente se señala que la trabajadora demandante ocupaba inicialmente el puesto de supervisora de almacenes y, luego, se le asignó el puesto de auxiliar de compras, cargo de inferior jerarquía según la estructura organizacional de la empresa. En su defensa, la empresa alegó que la trabajadora no había sido hostilizada al seguir percibiendo la misma remuneración tras el cambio.
Para el tribunal, sí existió una rebaja inmotivada de categoría, pues esta no se determina en función de la disminución de la remuneración, sino porque la trabajadora había pasado a ser parte del personal que antes tenía bajo su cargo, lo que lesionaba su dignidad como trabajadora, da cuenta un informe de Miranda & Amado Abogados.
El Peruano