Autor: Aldo Lorenzzi Bolaños*
Este 2022 nuevamente nos toca a los limeños elegir nuevas autoridades locales. Ya se van perfilando los nuevos candidatos y es muy posible que las propuestas que tengamos en estos meses de campañas sean las mismas que escuchamos desde hace 4 años, de las cuales es muy probable que por la pandemia se hayan acelerado y concretado muy pocas y quizá sean algunas de las cosas que podríamos sacar de bueno en estos tiempos de incertidumbre.
Pero necesitamos una Lima moderna, menos atomizada en la cual podamos convivir todos, los limeños y los no limeños, con espacios públicos amplios y que reflejen una cultura ambientalista antes que todo, ya que, como capital del Perú, tiene característica centralista como muchas ciudades de nuestra región.
Ya se han dado avances en temas de sostenibilidad en la movilidad, y más limeños usan menos autos y prefieren emplear vehículos de movilidad personal, tipo bicicletas, scooters u otro tipo de transporte, que ayudan a descongestionar la ciudad; sin embargo, creo que como vienen los años esto no será suficiente.
Hoy en día hay tendencias que buscan solucionar problemas para la sobrepoblación de las megaciudades. En ese sentido, las ciudades dormitorio serían una alternativa para mejorar la cantidad de los espacios públicos en Lima y la desconcentración de los vecinos en la gran ciudad.
Las ciudades dormitorios son una gran alternativa para la descongestión de las grandes urbes. Esta solución podría ser como una vía para sostener el crecimiento desproporcionado de las grandes metrópolis como Lima. En estas zonas los trabajadores y estudiantes pueden realizar sus actividades básicas, pues son un lugar para descansar, un espacio donde tengan sus principales servicios básicos y de esta forma no tengan que recurrir a la urbe para satisfacer estas demandas.
Grandes ciudades como la Ciudad de México tienen alrededor de la gran manzana metropolitana ciudades dormitorio, las cuales han servido para la descentralización poblacional. Lima debiera tener una visión hacia este tipo de zonas, generar un desarrollo urbano con las mismas competencias que tiene el municipio a través de su Ley Orgánica y no tiene que hacer grandes cambios en marco legales para ello. Ya hay inicios de esta alternativa a través de la “Ciudad Bicentenario”, que se encuentra en el norte de Lima, en Ancón. Considero que el sur de la cuidad tendría un desarrollo muy interesante en base a esta propuesta de ciudades dormitorios. La construcción de las mismas generaría un impacto económico importante para la generación de empleo directo e indirecto, además de desconcentrar Lima. Lógicamente esto tiene que ir de la mano de un transporte rápido y seguro hacia el casco urbano.
Es momento de que en las próximas elecciones nuestros candidatos tengan una nueva visión de nuestra ciudad, más allá de las propuestas que siempre están en agenda y nunca se solucionan, sino se incrementan.
(*) Abogado, especialista en Derecho Civil, nuevas tecnologías y Derecho Administrativo. Miembro de la Sociedad Peruana de Derecho Comisión de Derecho Civil.