Por: José Salazar
Periodista, comunicador y consultor en temas de comunicación, reputación y gestión de crisis. Profesor en ESAN Graduate School of Business
Para asegurar un buen desempeño del capital humano en nuestra empresa, debemos mantenerla informada y asegurar su continuidad laboral, pese a la incertidumbre actual.
Estamos frente a una crisis sanitaria global sin precedentes. Una crisis desafiante, impredecible y cambiante que, sin duda, genera preocupación, incertidumbre y temor. Sin embargo, también se presenta como una oportunidad para poner a prueba los valores y la solidez de las organizaciones peruanas, sean públicas o privadas; sean grandes, medianas o pequeñas.
Para empezar, en medio de este contexto complicado, resulta imprescindible colocar a los trabajadores en el centro mismo de los objetivos de la organización. Mencionemos tan solo dos de los temores que ya asoman entre los recursos humanos públicos y privados.
Trabajadores informados
El primer temor, colectivo e individual, tiene que ver con su nivel de relacionamiento con la enfermedad, a la posibilidad del contagio y a la forma adecuada de actuar en caso de que ocurra. La mejor forma de mostrar empatía es enviar mensajes con información técnica y apropiada sobre el COVID-19: medidas de prevención, mecanismos de limpieza, alimentación saludable, líneas de emergencias e, incluso, consejos para aprovechar el tiempo en casa, además de motivarlos a permanecer dentro.
Sabemos que existe abundante información dando vueltas por las redes. ¿Qué mejor si esta data proviene de la propia empresa? De seguro los trabajadores la tomarán con mayor responsabilidad y confianza. Mantener la comunicación apropiada con ellos, en momentos críticos, les demostrará que la empresa se preocupa por su bienestar y que ellos le importan. Es una buena oportunidad para que la gerencia general y las áreas de Comunicaciones y Recursos Humanos muestren liderazgo en el tema.
Continuidad laboral
El segundo temor está relacionado con la continuidad del trabajador en su centro laboral y al pago apropiado y oportuno de su sueldo o salario, incluso si no ha tenido la oportunidad de participar del sistema de teletrabajo. Ahora mismo, ya se aprecia mucha desconfianza al respecto.
El trabajador debe recordar en todo momento que la empresa, basada en sus valores y buenas prácticas, respetará sus derechos laborales, ya que no puede ir en contra de lo establecido en el Decreto Supremo n.o 044-2020 PCM, que regula la declaratoria de estado de emergencia nacional.
Es indudable que todas las empresas, públicas y privadas, reestructurarán sus planes estratégicos previamente establecidos y, por consiguiente, ajustarán el presupuesto. Hay que alinear a los trabajadores en estas nuevas metas, compartir con ellos los nuevos planes, recibir sus aportes e invitarlos a caminar en esta travesía incierta, pero siempre con visión de largo plazo. Todos deben contribuir a evitar que la crisis afecte seriamente a la organización.
Dos elementos son indispensables en la gestión de una crisis: buena comunicación y liderazgo motivador. En un contexto incierto como el actual, los trabajadores requieren, más que nunca, mensajes certeros, creíbles y esperanzadores. Es la única manera de alinearlos alrededor de los grandes desafíos que vendrán en el futuro cercano, porque esto recién empieza. ¿Qué otras acciones serán efectivas para alinear mejor a los trabajadores? Déjanos tu opinión.
Fuente: ESAN