Por Pablo Sánchez
Abogado. MBA. Maestría en Derecho Civil y Comercial. Profesor de Economía Política y Análisis Económico del Derecho. Autor del libro “Justicia a la venta, ¿Cuánto cuesta un juez en el mundo?”. Actualmente vive en Lima y trabaja en el estudio Ghersi Abogados.
Gracias a la Ley de Contrataciones del Estado, el Perú es uno de los países con más arbitrajes per cápita del mundo. Sin embargo, como quiera que la ley de arbitraje permite que cualquier laudo sea revisado por el Poder Judicial vía anulación de laudo, muchas personas aún dudan de la efectividad del arbitraje. Temen que su laudo no pueda ser ejecutado. Que luego de dinero y tiempo, no se logre ejecutar porque el laudo se anuló en la recta final. Es un miedo justificado. Los arbitrajes no son gratis. Si voy a pagarle a abogados, árbitros y secretarios, lo mínimo que espero es un laudo que pueda ejecutar.
Menos mal tenemos a las estadísticas darnos un poco de luz ciceroniana. ¿Qué dice la hard data sobre esto? ¡Pues muy buenas noticias! Luego de revisar toda la jurisprudencia de tres años, encontramos que las Salas Comerciales anularon menos del 10% de los laudos. De 719 recursos, apenas se anularon 68:
El cuadro inspira. En el Perú, los laudos tienen una seguridad del 91%.
Pero ojo, aún se puede mejorar. Por ejemplo, luego de revisar todos los laudos anulados, la mayoría falló en valoración de pruebas. Es decir, casi todos los laudos que se anularon fue simplemente porque los árbitros no se tomaron el esfuerzo suficiente de valorar todas las pruebas. Siete de cada diez laudos anulados adolecían de este problema. Repito. Siete de cada diez.
De esto, podemos extraer dos tips interesantes. El primero es un tip defensivo: revisemos las pruebas en los laudos. Seamos árbitros, abogados o partes, revisemos con cuidado la parte probatoria. Las nuestras y también la de nuestra contraparte. Si ya sabemos que es el talón de Aquiles de los laudos, ¿Por qué no enfocarnos en blindarlo?
El segundo es un tip ofensivo: si pretendes anular un laudo, revisa la valoración de las pruebas antes que cualquier otra cosa. Las estadísticas son claras: de un universo de 700 laudos, los pocos que se anularon fueron debido a esta causal. Insisto. Los laudos no se anularon por “falta de motivación” (causal invocada en todos los recursos de anulación). Tampoco por materia no arbitrable (la segunda causal más invocada). No. Los que se anularon, los pocos que se anularon, fueron por indebida valoración de pruebas. Así sea por probabilidad, es una causal que de ahora en adelante siempre deberíamos de considerar.