Por: Daniel Linares Aviléz (Especialista en resolución de conflictos y director del programa Arbitraje Pospago)
Entre las muchas consecuencias de la crisis económica generada por el covid-19, el término anticipado y el incumplimiento de contratos firmados entre empresas antes del estado de emergencia es una de las más generalizadas.
El rompimiento de la cadena de pagos y la imposibilidad de desarrollar determinadas actividades económicas durante la cuarentena han hecho que gran parte de acuerdos comerciales no puedan cumplirse como en circunstancias regulares, lo que ha ocasionado pérdidas importantes para el sector empresarial y el quiebre de numerosos negocios, que ha dejado sin empleo a miles de peruanos. –
¿Qué hacer ante un incumplimiento contractual?
Cuando se origina un conflicto comercial, derivado de un incumplimiento contractual, la primera opción es intentar llegar a un acuerdo conveniente para ambas partes.
Lamentablemente, muchos empresarios terminan haciendo negociaciones desfavorables por el apremio que supone un contexto como el actual y por evitar iniciar un proceso judicial que puede tardar muchos años en resolverse.
De ahí que el arbitraje representa una alternativa viable para que los empresarios con estos problemas hagan valer sus derechos, siempre que exista un convenio arbitral en el contrato que generó la disputa.
Si bien el arbitraje ha sido siempre la opción más tomada por las grandes empresas para resolver sus conflictos, hoy existe el programa Arbitraje Pospago, creado a fin de que las empresas peruanas de todos los tamaños puedan optar por esta vía y sobreponerse a los efectos que la pandemia está causando en sus negocios.
¿Cómo funciona?
Así, el Arbitraje Pospago financia todos los costos que implica resolver un conflicto comercial mediante la vía arbitral, a través de la cual se puede llegar a una solución entre seis meses a dos años en los casos más complejos.
El programa asume todos los costos que genera un arbitraje: honorarios de los árbitros, peritos y abogados que intervendrán en el proceso, así como los costos del centro de arbitraje. Solo en el caso de obtener un resultado favorable y lograr su ejecución, el empresario devolverá lo invertido. Si este fuera desfavorable, no se reembolsará absolutamente nada. El programa asume el riesgo de no ganar el arbitraje.
Conflictos más frecuentes
El incumplimiento de contratos es un problema que ha afectado a muchos sectores, entre ellos, el inmobiliario, la construcción, la ingeniería, la hotelería, el turismo, los servicios, las franquicias, entre otros.
Por ejemplo, los conflictos entre arrendadores de espacios comerciales y locatarios por la renta de alquiler es uno de los más frecuentes durante la emergencia sanitaria.
De otro lado, está el caso de las facturas impagas. Numerosas empresas no han cumplido con la obligación de pagar a sus proveedores, que se han visto seriamente perjudicados, especialmente las pequeñas y medianas empresas.
Por último, en diversos sectores, como el de la construcción, las empresas deben contar con una carta fianza que será ejecutada ante un posible incumplimiento contractual. El estado de emergencia impidió que muchas de ellas pudieran continuar con las obras en curso, con lo que se perdió tales garantías y se originó un fuerte conflicto que ha llevado a muchas empresas a la quiebra.
Fuente: El Peruano