Pese a las protestas, el gobierno de Venezuela ha implementado un sistema biométrico para para controlar las compras de alimentos, productos y bienes, una nueva medida contra el desabastecimiento.
El sistema funciona así: los clientes ponen sus dedos en un escáner de huellas digitales instalado en los supermercados Bicentenario de propiedad del Estado, luego hacen las compras y se hace un registro de las mismas. Con esto, el Gobierno considera que se reducirán las reiteradas compras de productos por parte de un mismo usuario frente a la actual escasez de alimentos.
En Venezuela, los ciudadanos han luchado hasta casi un año para encontrar productos de primera necesidad como la leche en polvo, aceite de cocina, así como ciertos medicamentos y pañales.
Los sistemas de identificación de huellas ya han sido usados en Venezuela para votar en elecciones y activar mecanismos para obtener divisas dentro del control de cambio vigente desde el 2003.
Los controles monetarios implementados hace más de una década por el fallecido presidente Hugo Chávez, motivó que los importadores no tengan los dólares suficientes para seguir importando productos de consumo masivo. Esto ha contribuido a la escasez de alimentos, pese a que el gobierno de Nicolás Maduro rechaza estas afirmaciones.
El gobierno de Venezuela espera implementar el sistema biométrico de abastecimiento en todo el país antes de fin del año. Ello, sin embargo, es rechazado por las fuerzas políticas opuestas al régimen de Maduro.
El Comercio