Por Ana Karen García
A escala global las mujeres representan el 99% del total de víctimas de explotación sexual, el 84% de las víctimas de matrimonio forzado y el 61% del trabajo doméstico obligado.
En el mundo hay aproximadamente 40 millones de personas que son víctimas de esclavitud moderna y el 71% (29 millones) son mujeres y niñas. Para la explotación sexual, la trata de personas, el trabajo doméstico obligado y el matrimonio forzado o servil el género más vulnerable es el femenino.
La Organización Internacional del Trabajo (OIT) considera que una persona se encuentra en condición de esclavitud moderna cuando desempeña labores de cualquier tipo de manera involuntaria, bajo amenaza, por violencia o deudas. En la mayoría de los casos y de los países la prevalencia de mujeres en estas condiciones supera significativamente la de los hombres.
En un estudio realizado por la OIT en colaboración con la Walk Free Foundation, una organización no gubernamental especializada en la trata de personas y esclavitud, se identifican algunas cifras determinantes para identificar patrones de género son:
- Del total de víctimas de explotación sexual en el mundo poco más del 99% son mujeres, los hombres que son obligados a ofrecer servicios sexuales no representan ni siquiera el uno por ciento.
- Durante el 2016 se identificaron poco menos de 4.8 millones de mujeres de distintas edades que fueron explotadas sexualmente.
- El 92% de las personas que son obligadas a trabajar en servicios de alojamiento y preparación de alimentos son mujeres.
- Cuatro de cada 1,000 mujeres en el mundo son víctimas de matrimonio forzado o servil. El género femenino representa al 84% del total de víctimas.
- En el mundo 44 de cada 100 mujeres que viven en matrimonio involuntario fueron obligadas a casarse antes de los 15 años.
- Del total de habitantes que realizan labores domésticas de manera forzada el 61% pertenecen al género femenino.
El trabajo doméstico representa el 24% del total del trabajo forzoso.
Debido a la prevalencia de víctimas mujeres, la OIT señala que es necesario atender este fenómeno teniendo como eje transversal la perspectiva de género y de manera integral en todas las áreas de la política pública.
Foco en el trabajo doméstico
Muchas mujeres realizan trabajo doméstico de manera forzada y son víctimas de violaciones a sus derechos laborales y humanos. Muchas otras mujeres lo hacen voluntariamente, sin embargo, tampoco ejercen efectivamente sus derechos.
Las labores domésticas en todo el mundo están sesgadas de manera significativamente alta hacia el género femenino y una de las características de este tipo de trabajo es que no protege a quienes lo realizan. De acuerdo con la OIT, hay un número importante de personal doméstico que es víctima de distintos tipos de abuso incluyendo la violencia extrema.
En el mundo hay aproximadamente 50 millones de trabajadoras del hogar (75% del total) y exceptuando a algunos países europeos, están excluidas de la seguridad social, tienen jornadas mayores a las establecidas por la ley, no tienen acceso a instituciones de salud.
La OIT considera que el sector de labores domésticas debe regularse y estandarizarse alrededor del mundo, ya que en él se observa alta prevalencia de casos de abuso y violación de derechos.
La explotación sexual y la trata
El trabajo forzado en el sector privado se concentra principalmente en la explotación sexual y trata de personas. Las industrias pornográficas y de la prostitución concentran a la mayor parte de las mujeres que son explotadas sexualmente.
En este rubro, la OIT destaca el patrón de migración. El 74% de las mujeres que son explotadas sexualmente también son obligadas a salir de sus países o sus agresores las retuvieron en un país distinto al de su nacimiento.
Esta forma de esclavitud moderna, no sólo una de las consideradas más violentas hacia la integridad humana, sino también de las que registran la duración más larga. En promedio las víctimas fueron explotadas sexualmente por poco más de dos años hasta que logran liberarse de dichas labores involuntarias.
¿Cómo se retienen mujeres en la esclavitud moderna?
El trabajo forzoso, que implica que una persona es obligada a realizar ciertas actividades, tiene diversas formas de ejercer la violencia mediante la cual se retiene a las víctimas, siguiendo con el estudio de la OIT.
Para las mujeres las formas de retención más comunes son la violencia sexual y física, la retención de pasaporte o documentos oficiales, la penalización financiera o de bienes, las agresiones verbales y maltratos y la retención de salarios.
Necesario abordar las vulnerabilidades por género
En la esclavitud moderna existe un sesgo visible por género. Mientras las mujeres son explotadas sexualmente y obligadas a casarse o realizar labores domésticas, los hombres son más vulnerables al trabajo forzoso en industrias como la minería o la construcción.
Para erradicar estas formas de explotación laboral es necesario incluir en las políticas publicas una perspectiva de género. El perfil de riesgo en la esclavitud moderna es más alto para las mujeres por lo que la atención y protección debe ser prioritaria sin excluir medidas adecuadas para los hombres que son víctimas de este fenómeno.
Fuente: El Economista