Por: Germán Serkovic González, Abogado laboralista.
Observamos con preocupación un aumento de la informalidad y un descenso del empleo adecuado. Tal estado de cosas tensiona las propias estructuras de nuestro ordenamiento del trabajo y queda por ver si este cuenta con las herramientas necesarias para estar a la altura de las circunstancias. Quizá es conveniente intentar una evaluación de nuestra legislación laboral a la luz de sus resultados, para lo cual se puede partir de diversos criterios, a saber:
La amplitud de beneficios.- Por la extensión de sus beneficios, puede decirse que el régimen laboral de la actividad privada, no solo es exitoso, es exitosísimo en comparación con el vigente en otras latitudes. El legislador –tanto el originario, el Congreso mediante leyes, como el derivado, el Ejecutivo, mediante decretos legislativos– no ha pecado de timidez, al contrario, ha sido bastante pródigo a la hora de reconocer derechos o establecer beneficios para los trabajadores.
La creación del empleo.- Evidentemente evaluar los resultados de un cuerpo normativo laboral a partir de la generación del empleo, se muestra como una premisa errada o –al menos– incompleta. Es claro que la creación del empleo no es necesariamente resultado de la legislación, sino de una acumulación de factores como las facilidades de inversión, la eliminación de trabas burocráticas, la simplicidad impositiva, la rigidez, etcétera.
El ámbito de aplicación.- En línea con el primer criterio, no basta que los beneficios laborales sean muchos. Es necesario que se apliquen a todos o a un porcentaje significativo de la población económicamente activa. Una informalidad en las relaciones laborales como la actual, muestra que en este aspecto nuestras normas laborales –sencillamente– no pasan el examen.
Es probable que veamos algún cambio normativo orientado a la recuperación de los empleos perdidos. No en el cortísimo plazo, en tiempo de elecciones a ninguna agrupación política le gustaría ser asociada a cualquier planteamiento que se pueda interpretar como una modalidad de flexibilidad laboral.
Fuente: El Peruano