Una nueva forma de lucha contra la corrupción, que permita el desenmascaramiento de los gestores de este flagelo en el mundo, ofreció el electo presidente de Transparencia Internacional (TI), José Ugaz Sánchez Moreno.
El ex procurador anticorrupción dijo que todavía hay demasiada corrupción, lo cual obliga a su institución a asumir novedosas y mejores modalidades de trabajo para cumplir con su tarea de combatirla.
“Todavía hay demasiada corrupción por ahí… Debemos abordar la forma en que el corrupto se está saliendo con la suya, desenmascarándolo y llamando la atención sobre los esquemas de corrupción utilizados, como el abuso de las empresas offshore, que permiten que bienes mal habidos viajen libremente y los corruptos lleven una vida de lujo, mientras que los pobres tienen que pagar sus cuentas”, señaló Ugaz Sánchez Moreno, según informó Transparencia Internacional en su página web.
El abogado penalista fue elegido presidente de TI, organización dedicada a la lucha contra la corrupción en casi 100 países del mundo, en la asamblea general de este organismo realizada en Alemania.
La candidatura de Ugaz, quien dirigió la Procuraduría Anticorrupción para el caso Fujimori-Montesinos llevando a proceso judicial, por primera vez en el país, a un ex presidente de la República, se impuso con la ventaja de 75 votos a favor a la del francés Pascal Lamy, ex presidente de la Organización Mundial de Comercio, quien obtuvo 49 votos.
Factor decisivo
Según varios analistas y expertos en la lucha anticorrupción, fue precisamente ese papel decisivo del abogado ad hoc del Estado peruano lo que determinó su elección como presidente del organismo más reconocido en la lucha contra la corrupción.
En su gestión, además, se abrieron más de 200 casos contra 1.500 funcionarios del gobierno fujimorista y otros asociados a ese régimen.
Ugaz es antiguo integrante de TI y desde el 2011 es uno de sus 12 directores. En el 2002 se convirtió en miembro de Proética, capítulo peruano de TI.
La asamblea de Transpa-rencia Internacional aprobó también tres resoluciones. En la primera advierte que el espacio para la sociedad civil en el mundo se deteriora rápidamente con el aumento de amenazas, incluso a los miembros de TI, y pide a los gobiernos que lo salvaguarden para que los ciudadanos puedan actuar «libres de miedo, acoso e intimidación».
Asimismo, acordó establecer un grupo de trabajo para determinar las maneras más efectivas de fijar posiciones y formular declaraciones sobre políticas públicas para las multinacionales que han participado en actividades corruptas.
Finalmente, pide a la FIFA publicar el informe llamado García, sobre presunta corrupción en la adjudicación de los próximos mundiales de fútbol a realizarse en Rusia y Qatar.
Conducta más activa
Mediante un comunicado, Proética saludó la elección de Ugaz y llamó a sus miembros a asumir una conducta más activa en la lucha contra la impunidad.
«La corrupción está cada vez más articulada con el crimen organizado y se aprovecha del sistema financiero y las tecnologías de información y comunicación. Es un desafío de su gestión liderar el movimiento con el propósito de contribuir a ponerle fin», señaló, y anunció que próximamente se abrirá el centro de atención de denuncias de corrupción.
Lo acompañan personajes de reconocida lucha anticorrupción
La Asamblea de Transparencia Internacional eligió como vicepresidenta a la rusa Elena Panfilova, reconocida por su valentía en el enfrentamiento a la corrupción en el gobierno de Vladimir Putin, así como a otros seis directivos, entre ellos dos latinoamericanas.
Se trata de Sion Assidon (Marruecos), Emile Carr (Sierra Leona), Jeremy Carver (Reino Unido), Mark Mullen (Georgia), Mercedes de Freitas (Venezuela) y Elisabeth Ungar Bieler (Colombia).
De Freitas ha promovido la legislación sobre transparencia, acceso a la información y protección de los denunciantes y denunciados de abusos a derechos humanos. Ungar integra la Comisión Anticorrupción de su país.
La clave
Transparencia Internacional fue creada en 1993 por Peter Eigen. Desde el 2005 era presidida por Huguette Labelle, cuya gestión seguía los lineamientos de influir en las políticas públicas, pero no enfrentar a los corruptos en las calles ni ante los tribunales.
La República