El inmueble fue intervenido y se habría descubierto el modo operandis de la organización delictiva.
Más revelaciones sobre la revista Juez Justo, la publicación de Benedicto Jiménez y que servía como espacio para arremeter contra aquellos que difamaran contra el empresario Rodolfo Orellana. En la actualidad ambos se encuentran en la clandestinidad y son buscados por la justicia peruana, aunque eso no ha sido una restricción para conocer los irregulares métodos de trabajo que tenían desde la facha de Juez Justo.
Según un video emitido por Cuarto Poder, se informó que el pasado 1 de julio la Segundo Fiscalía de Lavado de Activos acudió –junto a la Policia Nacional- al local donde se encontraba Juez Justo para cerrarlo.
“Todo lo que se ha encontrado en la diligencia de allanamiento y de incautación confirman lo que hemos venido diciendo: es una compleja organización criminal con características empresariales lideradas por Rodolfo Orellana “, afirmó Julia Príncipe, procuradora de Lavado de Activos.
En el local –que aparentemente fue desmantelado antes de la diligencia- se llegaron a encontrar una serie de papeles que permiten conocer más la forma de actual de la presunta red de Orellana. Y es que ahí se halló un listado de sellos relacionados a diversas profesionales –todos vinculados al sector inmobiliario-.
Sin embargo, uno de los más sorprendentes hallazgos realizados en la diligencia fue un paquete de sellos digitales. “Me parece raro”, argumentó el abogado de Rodolfo Orellana.
OTROS HALLAZGOS
Asimismo, en la diligencia también se encontraron 10 paquetes con información relacionada a la procuradora Julia Príncipe, una de las principales impulsoras de investigar a la red Orellana.
“Siento indignación y preocupación porque no cabe duda que el prófugo Benedicto Jiménez se encargó de acopiar información no solo de mi persona, sino de mi familia”, señaló la procuradora pública, quien reveló que esta sería una prueba inmejorable del Modus operandi de esta presunta mafia.
También se encontró información del congresista Victor Andrés García Belaunde y otros parlamentarios, donde se halló datos de los domicilios de éstos y las empresas que los legisladores tenían.
Finalmente, el documento más alarmante hallado en el búnker fue una lista de «contactos» que tenía a la mano Jiménez, en donde se encontraban fiscales, abogados, policías y otros profesionales allegados a Orellana.
La República