Por: Rafael Alcázar, Socio Senior del estudio Rebaza, Alcázar & De Las Casas.
La compleja coyuntura nacional suscitada por el Covid-19 originó que el gobierno peruano proceda a tomar importantes medidas sanitarias y económicas que mitiguen los efectos de la crisis transversal que aún nos acompaña. Así, diversas entidades del sector público -MEF, BCRP, SBS, SMV y Cofide- impulsaron oportunas iniciativas para afrontar las dificultades económicas y regulatorias que se nos abalanzaron repentinamente, así como impulsar la reactivación, entre ellas programas de asistencia financiera, facilidades para el cumplimiento de obligaciones crediticias, la digitalización y automatización de múltiples interacciones, entre otros.
Por mencionar solamente algunas iniciativas, el MEF impulsó programas como Reactiva Perú, Fondo Crecer, FAE-MYPE, Programa de Garantías Covid-19 y la histórica emisión del bono centenario; el BCRP adoptó una política monetaria más expansiva y contribuyó a la implementación de Reactiva Perú y del Programa de Garantía del Gobierno Nacional a las Empresas del Sistema Financiero; la SBS facultó la reprogramación de pagos, apoyó con la entrega bancarizada de los bonos universales, implementó el retiro de fondos de las AFP y exhortó a las empresas financieras a capitalizar sus utilidades; y Cofide cumplió su rol fiduciario en los programas de asistencia financiera.
Por otro lado, el mercado de valores es una valiosa alternativa que puede ser mejor explorada en la coyuntura actual para estimular la inversión nacional. La SMV ha demostrado resiliencia cumpliendo sus funciones como regulador y modificando sobre la marcha su Agenda Regulatoria 2020. Asimismo, logró un fundamental avance en la digitalización de servicios, permitiendo convocatorias y asambleas no presenciales de obligacionistas, fideicomisarios, entre otros; promulgando un nuevo Reglamento de MVNet y SMV Virtual; proponiendo la realización de ofertas públicas primarias en línea; y promoviendo el dinamismo con el régimen de formadores de mercado. Adicionalmente, se pudo mantener la condición de mercado emergente en el índice MSCI. Es importante reflexionar sobre el rol protagónico que toma el mercado de valores financiando grandes proyectos y el efecto directo de estos sobre el proceso de reactivación nacional, siendo la iniciativa privada determinante para una economía saludable. En este marco, proponemos como puntos fundamentales: (i) dar mayor visibilidad a las opciones de financiamiento a través del mercado de valores; (ii) incluir iniciativas regulatorias que promuevan una adecuada relación entre protección de los inversionistas y promoción del mercado; y (iii) seguir enfatizando en la promoción del buen gobierno corporativo y sostenibilidad.
Esperamos que como parte de las metas institucionales del gobierno para 2021, además de fortalecer el sistema financiero, se enfatice el financiamiento a través del mercado de valores, y así atender con un mayor alcance a las empresas peruanas o proyectos que lo requieran. Resulta fundamental en esta coyuntura que los diferentes poderes del Estado (incluido el Legislativo) sean coherentes en sus decisiones a fin de salvaguardar los logros macroeconómicos obtenidos en los últimos años, particularmente protegiendo el grado de inversión en la calificación crediticia soberana.
Fuente: Capitales (Año 14 – Nº 150 – Ene 2021)