Por: Cesar Puntriano (Abogado Laboralista)
Hoy se cumple el 199° aniversario de la proclamación de la independencia del país, encontrándonos a un año del bicentenario. Las circunstancias que nos rodean no son las mejores, pues tenemos un PBI que ha caído en 30%, más de 2 millones de empleos perdidos, y un gran número de compatriotas fallecidos y mucho más infectados por el covid-19. Nos enfocaremos en el tema laboral en esta entrega de nuestra columna. No hace mucho juró Martín Ruggiero como ministro de Trabajo. Nos concentraremos en las medidas iniciales en materia laboral que ha anunciado. Así, se ha planteado la ampliación de la vigencia del trabajo remoto, modalidad flexible de prestación de servicios a distancia que vence este 7 de setiembre, fecha de culminación de la emergencia sanitaria. Esto es positivo. La regulación sobre trabajo remoto, de mayor flexibilidad que la de teletrabajo, ha tenido gran acogida en las empresas, lo que permite a su personal trabajar en sus domicilios sin exponerse al covid-19.
Se ha propuesto también dotar de recursos a la Sunafil y al sector Trabajo para agilizar la resolución y el procesamiento de las solicitudes de suspensión perfecta de labores. En nuestra opinión, no basta con incrementar recursos sino también en mejorar técnicamente el contenido de las resoluciones y eso, desde luego, no depende del sector sino de los funcionarios a cargo, a quienes les pedimos mayor reflexión sobre el impacto de sus decisiones. Además, propuso ampliar los alcances del plan de recuperación contemplado en el D. Leg. 1499 no solo para micro y pequeñas empresas, sino también para medianas y grandes. Esto debe complementarse permitiendo que las empresas lo apliquen sin la necesidad de recurrir una inspección laboral previa, considerándolo un complemento a los demás mecanismos de ayuda fijados por el Gobierno.También comentó que se fortalecerá el programa Trabaja Perú, destinado a promover el empleo temporal a la población a partir de 18 años en situación de pobreza o vulnerabilidad. Las medidas que se plantean son auspiciosas.
Esperamos con optimismo se concreten, pero también que no se pierda de vista al sector informal de nuestra economía, tarea pendiente para este gobierno y para el que venga el año entrante.