El Organismo Supervisor de Inversión Privada en Telecomunicaciones (Osiptel) designó a Telefónica del Perú como proveedor importante en el mercado mayorista de TV paga, con lo que deberá revender sus servicios televisivos a otros proveedores del mercado.
Según la compañía, esta decisión “genera una clara afectación a la libre competencia y al desempeño del mercado, puesto que regula a una sola empresa y no toma en cuenta el impacto de la piratería ni la incidencia competitiva de los servicios de streaming (u OTT), como Netflix, Prime Video y Disney+, entre otros”.
La venta de los servicios de tv también afectaría los derechos de autor de los programadores de contenidos nacionales e internacionales ya que estos ofrecen sus producciones con carácter de exclusividad y cláusulas precisas que prohíben la reventa de sus obras, en consideración de Telefónica.
“La obligación de reventa de contenidos alcanza a productores que evidentemente no son operadoras de telecomunicaciones a las cuales se les estaría afectando en sus derechos y con un claro impacto económico”, dijo Ana Claudia Quintanilla, gerente de regulación de la empresa española.
La firma también cuestionó que la resolución de Osiptel no incorpore en la evaluación del mercado el impacto de la piratería dado que las conexiones ilegales superan a la oferta de proveedores formales en algunas regiones.
En el Perú existen 3.5 millones de conexiones de cable, de las cuales solo 1.95 millones de conexiones eran reportadas por Osiptel, por lo que los 1.55 millones restantes (44% del mercado) podrían considerarse piratas en el mercado peruano, según datos en la última Encuesta Nacional de Hogares (Enaho) citados por Telefónica.
“En lugar de buscar corregir la competencia desleal del que roba la señal o no cumple con reportar sus conexiones de TV paga, el regulador establece obligaciones a solo una empresa de las 680 que oficialmente existen en el mercado, sin tomar en cuenta la gran cantidad de conexiones clandestinas que existen y que atentan contra los derechos de autor y a una saludable dinámica competitiva”, agregó Quintanilla.
En relación a los servicios de streaming, la empresa señaló que Osiptel “utilizó información de hace dos años sin tener en cuenta la dinámica que se está produciendo en el mercado”.
“El mercado de TV paga peruano se encuentra en plena transformación y enfrenta una amenaza seria derivada de la piratería. En lugar de tomar decisiones que generan más cargas a los operadores formales, urge una política única de Estado de lucha contra esta actividad ilegal que afecta a los consumidores y a la competencia”, concluyó Quintanilla.
Fuente: El Comercio