Por: Mauricio Olaya (Socio principal y director del área de M&A del Estudio Muñiz)
Al vender parte o toda una compañía, son varios los aspectos a resolver antes de concretar la operación. Desde el cómo hasta en qué condiciones hacerlo.
¿Por qué vender una empresa? Son varias razones, pero entre las más importantes podríamos nombrar a la ausencia de sucesión, falta de interés familiar, deseos de dejar liquidez en vez de problemas a la siguiente generación, cansancio o deseos de disfrute, diversificación de riesgos, desencuentro entre los accionistas, falta de espaldas para mantener el valor del negocio, problemas financieros, excelente oferta por delante, etcétera.
Ahora, si el o los accionistas tienen más de una línea de negocio o más de una empresa, ¿qué vender? Pregunta necesaria, incluso si tuviesen determinados activos al interior de una firma que no serán valorados adecuadamente por el comprador.
Y, ¿cuándo vender? Pregunta difícil (salvo que la razón de vender se deba a situaciones que no permitan elegir el momento).
Un buen momento se da cuando hay alguien interesado en aterrizar en el país o la región, o cuando existen varios interesados, o cuando exista interés del accionista de conseguir liquidez para aprovechar otra oportunidad que se acomoda más con su momento o edad.
En cuanto al cómo vender, este es un proceso que puede ser uno a uno con aquél que ?le tocó la puerta?, o en un proceso uno a uno iniciado por el accionista, o en un proceso de competencia, es decir, que ponga en la ?puja? a varios postores.
¿Cuánto vender? Podría ser un porcentaje o la totalidad de la empresa. Si bien podría depender de la condición impuesta por el comprador, el mantener un porcentaje es una apuesta a futuro de incremento de valor.
Ojo, en este proceso es importante la asistencia legal y financiera, es decir, la experiencia. Si el accionista la tiene como parte del ?staff? enhorabuena (no es lo usual, salvo en corporaciones), y sino, hay que buscarlo en el mercado.
Y, ¿a cuánto vender? Seguramente el accionista tendrá un valor en mente o incluso un ?precio de reserva?. En cualquier caso es importante contar con una valorización externa previa al inicio del proceso, más allá de lo que, finalmente, determine el mercado.
¿Y en qué condiciones? Si bien las condiciones pueden variar durante el desarrollo de la negociación, es importante tener claridad sobre aquellos aspectos que no serán transables por el vendedor. Así, nadie pierde tiempo ni recursos.
Fuente: El Comercio