Desde la creación de la primera criptomoneda, muchas personas se han visto interesadas en adquirir monedas digitales. Sin embargo, aún existen muchas dudas sobre su funcionamiento y seguridad.
“Las criptomonedas son un activo digital. Cumplen con la función de una moneda, pero no existen de manera física y se almacenan en billeteras o carteras digitales. Estas monedas emplean métodos criptográficos que les permiten asegurar sus transacciones y verificar la transferencia de activos, siendo una forma segura de digitalizar las operaciones”, señaló Carlos Bernos, country manager de Buda.
Una de las características más representativas de las criptomonedas es su descentralización. A diferencia de las monedas “tradicionales”, que suelen ser emitidas por bancos centrales, un criptoactivo se regula por sus mismos usuarios y se emite siguiendo un protocolo preestablecido.
Los integrantes de la red, también llamados mineros, se encuentran en una red de ordenadores conectados desde diversos puntos del planeta. A estos puntos o conexiones también se les conoce como “nodos”.
Esta conexión de nodos es el famoso “Blockchain”, el cual funciona como un gran libro contable, permitiendo generar una copia de todas las operaciones realizadas con cierta criptomoneda desde sus inicios. Esta tecnología, además, permite validar que todas las operaciones sean reales, haciendo que el funcionamiento de las criptomonedas sea muy seguro.
“Finalmente, y algo no menos importante, es el rol que cumplen los exchanges en una transacción con criptomonedas”, agregó Bernos. Un exchange, como Buda, es una plataforma que permite que puedas intercambiar estas criptomonedas por dólares, soles u otras monedas; o viceversa.
Estas monedas digitales son la vía que permite facilitar la conversión de una moneda tradicional a una criptomoneda o de una criptomoneda a una moneda tradicional, permitiendo su uso habitual. Estas operaciones funcionan a través de “wallets” o de billeteras digitales.
Fuente: Gestión