Responsabilidad Social Minera bajo la Lupa: Breve Mirada a la Función Social de las Empresas Mineras, la Búsqueda del Equilibrio entre el Progreso Social y Crecimiento Económico y su Indiscutible Importancia en la Búsqueda del Progreso de los Pueblos
Por: Juan Carlos Zevallos Roncagliolo (Abogado por la Universidad Peruana de Ciencias Aplicadas, especialista en Derecho Corporativo, Minero y Negociaciones)
Desde tiempos remotos el Perú ha sido un país de eminente tradición minera. Esto último, desde la época pre-inca, inca, colonial y republicana. Bajo este contexto, no resulta difícil afirmar que la minería peruana ha tenido un papel trascendental como principal catalizador de la inversión productiva en nuestro país a lo largo de los años. De hecho, desde su aparición en el siglo XX, la minería ha sido una de las actividades que más contribuyó con el PBI peruano. También, resulta a todas luces evidente que, en gran medida, el progreso y desarrollo del país se debe a la función social que llevan adelante las empresas, en este caso de las compañías mineras. Siguiendo esta línea, es propicio señalar que toda compañía minera con una visión social a largo plazo debe buscar, no sólo su propio enriquecimiento económico y la mayor rentabilidad de sus activos, sino sentar las bases para la mejora de las condiciones de vida de la ciudadanía del área de influencia y contribuir con el desarrollo y crecimiento del país donde opera.
En este contexto, es innegable la gran importancia económica y social, así como el protagonismo que desde hace varias décadas atrás ha venido ejerciendo la actividad minera como instrumento de integración, inclusión social desarrollo productivo. Pero, esto no se ha logrado sólo con la buena disposición del empresario minero, sino que ha sido determinante la adopción de buenas prácticas corporativas; Las mismas que comienzan a implementarse en el Perú con motivo de la compra de activos mineros que estuvieron en manos del estado en los años 70´s y 80´s. El objetivo, era garantizar el equilibrio entre el progreso y bienestar social con el afán de lucro y crecimiento económico que persiguen las compañías mineras.
Es en esta coyuntura, que de manera gradual se fue acogiendo el concepto de Responsabilidad Social Empresarial (RSE) en las operaciones mineras; Pero, en general, en sus relaciones con el gobierno y el entorno productivo. Es de esta manera, que al ser el sector minero particularmente sensible a los distintos cambios y movimientos sociales, como producto de la globalización en el plano tecnológico, social, ambiental y técnico, es que se hacía indispensable poner en marcha todo un paquete de medidas estratégicas orientadas a promover la responsabilidad social empresarial que permita un adecuado relacionamiento de la empresa minera con sus grupos de interés coordinando acciones conjuntas en el plano social.
En este propósito, es imposible hablar de RSE de las empresas mineras separando la función social de las mismas empresas de este sector. Tampoco, podemos abordar integralmente la figura de la RSE, sin antes echar un vistazo a la necesaria búsqueda de equilibrio entre el Progreso Social y Crecimiento Económico. Como es natural, estos conceptos descritos líneas atrás, confluyen en otro concepto esencial que es la de desarrollo sostenible; el mismo que le permite a las empresas de las industrias extractivas, lograr la realización de sus actividades productivas en armonía con el medio ambiente, el bienestar social y el equilibrio socioeconómico.
Es en este contexto, que se torna imperioso abordar de manera sucinta los alcances esenciales de la responsabilidad social minera bajo la óptica de la función social de las empresas del sector. En esta línea, nos detendremos a abordar por qué en el marco del sistema de responsabilidad social es relevante buscar el equilibrio entre el lucro empresarial y una practica minera responsable socioambientalmente. Siguiendo esta línea, podemos señalar que la función social de las empresas mineras puede definirse como la directa responsabilidad que les asiste a estas empresas frente a la sociedad. Este concepto, comprende deberes frente a la sociedad. En especial, busca que las empresas mineras trasciendan frente a la sociedad realizando labores orientadas a promover el desarrollo local, el progreso económico y las buenas prácticas socioambientales. Es en este instante, donde cobra gran trascendencia el desarrollo sostenible, el mismo que busca en última instancia el equilibrio entre el Progreso Social y el Crecimiento Económico.
De hecho, en un mundo globalizado que busca replicar buenas prácticas socioambientales, son las empresas, en este caso las mineras, las que deben de actuar con ética, transparencia, responsabilidad y con abierta vocación social. El objetivo de la función social, que exige la dinámica del relacionamiento de las empresas mineras, es la de buscar dejar huella en la población aledaña a sus operaciones mineras y extender su labor benéfica y aporte social a lo largo y ancho del país; Esto último, por medio de la promoción de campañas benéficas, obras sociales relevantes, obras de infraestructura, campañas educativas, campañas de salud, entre otras acciones que promuevan la empleabilidad, progreso, desarrollo y bienestar de los ciudadanos del país. En este escenario, resulta de especial importancia que las empresas mineras puedan alinear sus intereses corporativos con los de su entorno productivo para promover canales de diálogo para el desarrollo sostenido de su área de influencia y generar empleo. Bajo lo descrito, no queda sino reconocer que la RSE es especialmente importante; Ya que de esta se desprende la dimensión social de la empresa minera y la responsabilidad que le asiste frente a la sociedad como ente moral, actor económico y como garante de la conservación medioambiental.
De hecho, desde que se fue integrando la noción de RSE de entre las empresas del sector, este elemento pasó a convertirse en un elemento diferenciador dentro de los factores competitivos del rubro, redundando en la imagen de las empresas, en la confianza del mercado y en su manejo económico-financiero. En este punto, cabe agregar que siguiendo la corriente de desarrollo sostenible, equilibrio ambiental y derechos humanos, los distintos organismos nacionales y los estados miembros de las Naciones Unidadas comenzaron a adoptar dentro de sus legislaciones nacionales, diversas pautas orientadas a la consecución del desarrollo sostenible. En el caso de nuestro país, y para efectos de la actividad minera, se adoptaron una serie de dispositivos como los Principios Voluntarios en seguridad y derechos humanos, el Pacto Mundial del Desarrollo Sostenible, las Pautas Establecidas por el Consejo Internacional para los Minerales y Metales, entre otros.
En el Perú, es tal el arraigo del concepto de RSE en las empresas del sector minero, y en los demás campos, que en los últimos años diversas organizaciones relacionadas con el sector minero industrial comenzaron a premiar las buenas prácticas empresariales, la RSE, la creatividad empresaria, la competitividad y el desarrollo sostenible. Dentro de estas, cabe mencionar el premio que otorga PriceWaterhouseCoopers (PWC) de la Empresa Más Admirada del Año y el de IPAE, así como el Premio Southern Perú (en conjunto con la PUCP). También, existen otros premios empresariales tales como: el premio empresa peruana del año, Premio Ecoeficiencia del Ministerio del Medio Ambiente, el Premio Líderes Empresariales que Crean un Futuro Mejor y de la Creatividad Empresarial. En muchos de estos casos, son las empresas mineras quienes tienen participación importante en el financiamiento de los premios; Mientras que en otros casos, son co-financiados junto con empresas e instituciones de otros sectores.
Con todo lo dicho, podemos decir que las estrategias de RSE practicadas por las empresas mineras en el Perú ha dado paso a un nuevo concepto de RSE enfocado en gran medida en la búsqueda de la inclusión social, la búsqueda del equilibrio medioambiental, el desarrollo sostenible y el permanente aporte nacional. Esta revisión permanente del esquema de relacionamiento de la empresa minera con la sociedad, que busca mejorar constantemente sus estrategias de relacionamiento social y medioambiental, ha permitido fortalecer la imagen y reputación del sector, optimizar el vínculo con sus stakeholders, impulsar las relaciones con sus áreas de influencia y asegurar un ejercicio límpio de la actividad extractiva. Desde luego, esto ha sido posible, gracias a la revisión y actualización de las estrategias de relacionamiento con su entorno, lo que ha permitido adaptar sus acciones a los nuevos escenarios políticos, culturales y sociales tan cambiantes. Asimismo, en el relacionamiento de la empresa minera con su entorno, se ha podido verificar que estas empresas han tomado en cuenta el desarrollo socio-cultural del sujeto del área de influencia, brindándole capacitación e identidad para dotarlo de productividad y así valerse por sí mismo a futuro.
Un ejemplo de esto último, lo tenemos en el marco del Proyecto Minka de Antamina, mediante el cual se busca el empoderamiento y la participación de mujeres en la economía familiar. Otro de los aspectos destacables del relacionamiento minero, es el hecho de que la empresa ha venido tomando en cuenta la realidad local de las áreas de influencia para lograr un mejor diálogo conciente y fructífero. Como se puede notar, con todas estas actividades productivas, orientadas a la autosostenibilidad y empoderamiento de su área de influencia, la empresa minera puede ver afianzada su labor social y el desarrollo productivo de su área de influencia. Es un hecho, de que no toda inversión social proyectada por parte de la empresa minera, debiera de estar enfocada no sólo en proyectos que alivien la pobreza, sino en aquellos que redunden en el desarrollo humano, desarrollo productivo y autosostenibilidad.
Una forma de efectivizar esta función social de la empresa minera, puede darse a través de la generación de Clusters de empresas integradas con el aparato productivo de la empresa mineraque garanticen sostenibilidad en el tiempo, creen valor e independicen financieramente a los pobladores privilegiando el emprendimiento. De esta manera, y al forjar ciudadanos empoderados, independientes, productivos y emprendedores, se podrá ir despejando la idea errónea de que la empresa minera sólo se orienta a la explotación y aprovechamiento de los recursos naturales; Esto último, sin extender su legado e influencia hacia el campo productivo, social y cultural. En este orden de ideas, y como corolario de lo expuesto, somos de la opinión que la empresa minera debe de buscar, como fin supremo, el trascender de una dimensión lucrativa hacia una dimensión eminentemente social, buscando el desarrollo sostenible, la productividad, el progreso de los pueblos, cooperando con el estado en sus tareas frente a la sociedad.
Como se expresó a lo largo de este artículo, resulta imposible hablar de RSE de las empresas mineras, sin abordar los conceptos de Función Social de Empresa Minera y de Desarrollo Sostenible. Esto es así, dado que estos permiten asignar responsabilidades y tareas concretas a las empresas mineras; Esto es, desde la perspectiva empresarial, desde la idea de contribución social y desde la perspectiva del desarrollo local. De esta forma, se podrá armonizar la actividad productiva de la empresa extractiva con su área de influencia, el estado y sus stakeholders. La idea central, es buscar el desarrollo individual de los pueblos, así como su equilibrio socioeconómico. Resulta de especial importancia, que las empresas mineras estén en la capacidad de entender la realidad de su entorno y alinear sus intereses corporativos con los de su área de influencia para el desarrollo del país. Por estas consideraciones, es que las empresas mineras deben revisar de forma permanente sus estrategias de RSE, en especial, los mecanismos de relacionamiento con su entorno, para adaptarlas a los nuevos escenarios políticos, culturales y sociales tan cambiantes. De esta forma, el operador minero podrá disminuir los desencuentros entre los otros actores del escenario minero, para lograr productividad, desarrollo humano productivo, forjar un mayor crecimiento económico, el progreso de los pueblos y la tan ansiada búsqueda del bienestar social.
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