Se inicia el Bicentenario y los G2G no deben parar

Rodrigo Freitas

Por: Rodrigo Freitas Cabanillas, profesor de derecho de la UCSUR. 

Cada gobierno que entra tiene una mochila pesada que debe cargar. Esta nueva administración no será la excepción. Su mochila es el inicio de nuestro bicentenario y es verdad que somos un país con una cultura complicada, por lo que es necesario agruparlo con la única intención de ser mejores personas y que el Perú encuentre esa mesa llamada estabilidad, desarrollo y modernidad.

Una de las patas de esa mesa de estabilidad es la infraestructura, y el Perú necesita obras. Pero a nuestro país le cuesta mucho, y no solo dinero, el tener una obra en el plazo y precio pactados, por lo que la misma necesidad del sector construcción y su costo de oportunidad en buscar proyectos eficientes y eficaces, ha generado la utilización de mecanismos de ejecución de obra, como son los convenios de Gobierno a Gobierno (G2G), en los que el Perú contrata con otro Estado para la provisión de bienes y servicios en proyectos de gran envergadura, siendo que este mecanismo puede servir como base de aprendizaje y mejora para nuestro marco legal, “prestándonos” sus prácticas y normas colaborativas, es un medio, y no un fin, para la contratación pública peruana.

Cuando le comentas a las personas sobre este mecanismo, lo primero que hacen es enojarse, pues entienden que el extranjero le despojará de trabajo al peruano; sin embargo, es necesario explicar que esto no es así. Al Estado contratado no se le encarga la construcción de la obra, lo que se le encomienda es brindar una asistencia técnica especializada, instalando una oficina de gestión de proyectos, conocida como Project Management Office (PMO), que se encargará del control de la implementación del proyecto, de organizar y conducir los procesos de selección para elegir a los proveedores, y estos proveedores pueden ser nacionales y/o extranjeros. La verdad es que los estándares de selección son exigentes, ya que incluyen la acreditación de experiencia técnica, la acreditación del equipamiento, la solvencia económica, las ventajas técnicas que ofrecen para ejecutar el proyecto, así como la oferta económica; sin embargo, en este tipo de contratación no se privilegia el precio de la oferta, como acontece en nuestro régimen general de contratación. Además, los proveedores contratan con el Perú y no es el país extranjero.

Es necesario señalar que en los G2G predomina el interés del proyecto por encima del contrato. Hemos tenido una excelente experiencia al momento de implementar este tipo de contratación en los Juegos Panamericanos 2019 en que aproximadamente se ejecutaron 4,000 millones de soles en menos de año y medio. Además, el Reino Unido, país contratista, estableció el diseño del contrato de construcción, siendo la implementación de los contratos colaborativos, los denominados FIDIC o los NEC, adaptables a cualquier tipo de proyecto, muy fáciles de entender y que no permiten más de una interpretación. Son contratos que estimulan la buena gestión. Por ejemplo, se puede premiar al contratista que acabe antes del plazo pactado, o se usa la metodología BIM, que permite construir la obra de manera virtual, consintiendo que las partes puedan disipar los peligros y las demoras que se pueden enfrentar, sumado al incentivo de generar prácticas de prevención de conflictos, con el uso de los Dispute Boards.

No es ajeno a la verdad señalar que nuestro marco general de contrataciones resulta muy poco flexible, promueve que las partes estén a la defensiva y les cuesta mucho adaptarse a la realidad. Con ello, no quiero manifestar que todas las obras se conviertan y se realicen con los G2G, pero tenemos que ser realistas, no se puede tratar igual la ejecución de una pista y vereda con la de un aeropuerto. Es un buen momento para aprender y traer las buenas prácticas de la construcción, como es utilizar los precios metas sin descuidar su funcionalidad y calidad del proyecto, la implementación de alertas tempranas, la participación temprana del ejecutor, una verdadera distribución de riesgos, la búsqueda de metas usuales entre las partes, etcétera.

Estas contrataciones no pueden parar ni retroceder y deben ser nuestro caballo de batalla para recibir de la mejor manera nuestro Bicentenario, tenemos que ser humildes y reconocer que a nuestras leyes les falta mucho por mejorar; pero veamos estas incorporaciones como una oportunidad de mejora para nuestra realidad, y que sea un punto de inicio y de cambio de nuestra cultura sobre ejecución de obras.

INICIATIVAS EN MARCHA

Estos G2G son una realidad, ya los tuvimos en los Juegos Panamericanos 2019. Actualmente, se implementan con el Reino Unido para la Reconstrucción con Cambios; para el Aeropuerto Internacional de Chinchero, con Corea del Sur; para los hospitales Lorena, en Cusco, y E. Bernales, en Lima; con Francia, la nueva carretera Central; así como la próxima adjudicación de las líneas 3 y 4 del Metro de Lima-Callao.

Fuente: El Peruano

Written by Miguel Ampudia Belling

Abogado por la UNMSM. Maestrando en Gerencia Pública por la Escuela de Posgrado - Universidad Continental. Miembro fundador del Grupo de Estudios de Derecho Mineroenergético – GEDEM. Director de Peruweek.pe.
(Contacto: +51 980326610 | peruweek@peruweek.pe)

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