La presidenta del Tribunal Constitucional (TC), Marianella Ledesma, sostuvo este miércoles que el periodo de designación de los integrantes del órgano que dirige debería dejar de ser cinco años y ampliarse hasta entre nueve y once años.
En declaraciones para Canal N, la magistrada indicó que el tiempo actual que labora un tribuno queda corto, ya que algunos no ingresan con experiencia. Además, que la dinámica del trabajo en esa instancia es diferente a la del Poder Judicial.
“No todos tienen la dinámica de incorporar rápidamente los casos. Eso toma un tiempo. Luego uno se va acostumbrando a la dinámica y el tiempo pasa tan rápido, y hay casos que uno va dejando para construir precedentes y de pronto se acaba el tiempo”, expresó Ledesma Narváez.
Tras ello, la sucesora de Ernesto Blume indicó que, si bien la designación debería de ser hasta por once años, la renovación de los tribunos podría realizarse por tercios, es decir, no hacer un cambio total.
“No puede renovarse un pleno casi en su totalidad y como va a suceder ahora de que de siete magistrados nos vamos a ir seis. Debería hacer una renovación por tercios y definir cómo va a ser ese retiro de magistrados. Si fuera por tercios, los más antiguos, los menos antiguos que también es un tema por dilucidar porque sobre eso no hay nada escrito, por lo menos en la Ley Orgánica y en los reglamentos del tribunal”, manifestó.
“La elección de magistrados debería ser abierta”
En la víspera, Marianella Ledesma comentó en RPP que la elección de los integrantes del TC debería ser abierta y no por invitación de los congresistas, mecanismo al que calificó como “cerrado”.
“He sido elegida por el mecanismo cerrado, elección por invitación como el resto de los magistrados por la coyuntura después de la repartija y la urgencia de cambiar magistrados, en lo personal creo que la elección debe ser por elección abierta”, agregó.
Por ello, la titular del máximo órgano constitucional sugirió que el Congreso fije previamente las reglas por las cuales se regirá la elección del nuevo TC.
Fuente: La República