Congresista participó de la fiesta de aniversario del estudio del hoy prófugo empresario. Las imágenes datan del 2010
Aunque trate de negarlo las evidencias son claras. El congresista Heriberto Benítez sí tuvo una relación estrecha con el hoy prófugo empresario Rodolfo Orellana Rengifo, quien es acusado por la fiscalía de liderar la organización más grande de lavado de activos.
El programa “Panorama” difundió un video en el que se ve al parlamentario departiendo en una fiesta privada con Orellana Rengifo y el coronel en retiro Benedicto Jiménez, ambos prófugos de la justicia. El motivo: la fiesta de aniversario del estudio Orellana. Las imágenes, que datan de diciembre del 2010, muestran por primera vez a Benítez junto a los que serían los cabecillas de esta organización delictiva.
El parlamentario, como se recuerda, decía cada vez que era consultado que solo conocía remotamente a Orellana. Hoy, sin embargo, se atreve a llamarlo mafioso. «Es evidente, por algo la propia justicia lo está persiguiendo», dijo Benítez a «Panorama».
Lo cierto que el vínculo de Benítez con el líder de esta organización data de julio del 2009, cuando ambos fundaron la ONG Ucona, organización que se creó, paradójicamente, para combatir el delito de lavado de activos y el tráfico de drogas.
El congresista fue presidente de Ucona hasta enero del 2011, año en que empezó su campaña para regresar al Congreso. Orellana, en tanto, era el secretario y Director Ejecutivo de esta ONG. Benedicto Jiménez fue el vicepresidente. Ucona denunciaba a las personas que cuestionaban o investigaban a Orellana.
QUIERE SU REELECCIÓN
Pese a todos los cuestionamientos, Benítez afirma que quiere ser reelegido al Congreso en las próximas elecciones del 2016. “¿Cuál es el problema por el que no pueda postular?”, señaló el parlamentario.
“Se está tratando de ligarme como si yo fuera parte de una organización criminal lo cual no es cierto”, añadió. Como se recuerda, Benítez es congresista gracias al apoyo del ex presidente regional de Áncash, César Álvarez, quien hoy está preso en Piedras Gordas.
El Comercio